Honrarán 40 años de sólida y versátil trayectoria artística de la actriz y productora Dolores Heredia en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara; entregarán el Mayahuel de Plata por su prolífico aporte al cine nacional, y su compromiso con el fortalecimiento de la industria fílmica desde la creación, gestión y formación
Por sus más de 80 proyectos audiovisuales -entre largometrajes, series y cortos-, además de una sólida carrera en las artes escénicas, e incansable trabajo como productora, promotora cultural y presidenta de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (2015–2017), Dolores Heredia será reconocida con uno de los máximos galardones del cine mexicano, el Mayahuel de Plata que entrega el encuentro fílmico tapatío, a realizarse del 6 al 14 de junio en la capital jalisciense.
Consolidada como una de las intérpretes más versátiles e influyentes del cine nacional, la actriz sudcaliforniana, oriunda de La Paz, debutó hace cuatro décadas en el Teatro del IMSS, en Tijuana, con la obra “Cosas de muchachos”, de Leodebaldo López, iniciando con ello un profundo recorrido en las artes que la transformó:
“En cierta medida soy la misma que se fue de su tierra; por otro lado, han pasado por mí muchas vivencias que transforman, pero esencialmente me siento igual, juguetona, con ganas de cambiar y comerse el mundo, quizá con un ritmo más tranquilo”, apuntó Heredia a ZETA, para luego compartir su sentir sobre el reconocimiento del que será acreedora, aunado a la publicación de un libro de recuento, y una clase magistral que ofrecerá:
“Indudablemente es algo muy hermoso, con un significado muy grande porque en el Festival de Guadalajara he presentado mis proyectos desde muy jovencita, y queda una relación muy linda; será como regresar a un lugar que me ha dado tanto, hacer memoria, recoger el camino andado, y el deseo que tengo de continuar”, expresó al Semanario, además de explicar su inquietud por la violencia desmedida, el fascismo, la muerte en tiempo real, y la capacidad de callarse ante las guerras, infamias y muertes.
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Sobre su profundo e interés genuino por continuar fortaleciendo las artes, reflexionó: “Justo revisitar mi pasado, los proyectos y de qué forma me han transformado, me hace reflexionar sobre lo que estamos haciendo, las películas e historias, por qué las elegí, y el impacto que están teniendo en la sociedad. Para mí eso es algo que toda la vida ha tenido importancia, me es relevante qué impacto pueden tener no sólo en la sociedad, sino en la estructura que permita que sigamos haciendo, en nuestras relaciones, en la política pública. Toda mi vida he estado ligada a colaborar para que el futuro sea mejor para los que vienen, y cada vez que puedo, sumar, opinar, pensar en qué y cómo estamos haciéndolo”.
Referente a la demanda de contenidos sin profundidad e inmediatez de parte de los públicos, la pérdida del rigor en el mundo del entretenimiento subrayó que es “una gran batalla, y uno tiene que volver a la resistencia, no actuar por estar vigente, que de pronto muchos que van iniciando tienen urgencia de hacer… A lo largo de estos años he tenido que depurar mi oficio, estar muy atenta a lo que hago, cómo lo hago, ir a buscar públicos, y hablarles, porque sí es una herramienta de transformación, sobre todo ahora que vivimos momentos complicados por las redes sociales que permiten inmediatez, todos quieren muchos seguidores, y todo ese ecosistema terminan dañando nuestra vocación”.
“Afortunadamente hay muchos que estamos tratando de que esto se enderece, pensando en las audiencias, que a su vez tienen que ser más exigentes, buscar calidad en medio de toda esta marea de contenidos que nos invaden con las plataformas de streaming, mismas que complicado que las personas vayan al teatro cuando tienen en la comodidad de su casa la diversión. Y contra esos monstruos luchamos”, apuntó la histrión que suma créditos en cintas como “Chicuarotes”, “Dos crímenes”, y “Santitos”, y que dijo estar trabajando en proyectos para teatro y cine:
“Estoy en un momento muy lindo de mi vida, me siento con una fuerza creativa muy peculiar, yendo sin prisas, mirando haciendo adentro, viendo quiénes somos, qué estamos creando, amando la forma en que nos estamos retratando. No nos estamos viendo lo suficiente; todo tiene que partir en paralelo, tenemos que trabajar las audiencias, y su acceso a la cultura, que llegue a todos los rincones del país. Es un mecanismo redondo, virtuoso. Y como públicos, prepararnos para poder digerir, vernos al espejo, reconocernos, ser autocríticos, y abonarle a las infancias, que las escuelas primarias tengan clases de arte, y probablemente esas nuevas generaciones tendrán una educación distinta, siendo ciudadanos congruentes. Pensar en el otro, no sólo en nuestro beneficio, sino pensar en comunidad”.