Maestros del Comité Democrático de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE) liberaron el día de hoy la caseta de Otay, que conecta Tijuana con Tecate, ahorrando la cuota de 160 pesos a los automovilistas mediante el levantamiento de las plumas.
Los docentes arribaron al acto de protesta a las 9:00 a.m. y permanecieron en el lugar hasta las 3 de la tarde.
Durante el paro nacional, esta célula de la Coordinadora no pausó actividades, sin embargo se han adherido a la huelga con manifestaciones y asambleas organizativas para evaluar cómo protestar sin perder el contacto con sus educandos.
Ante el levantamiento del plantón en Ciudad de México, el secretario general de la delegación I-40 de la CNTE, Erick Díaz Preciado, informó:
“Nosotros, desde el 15 de mayo que salimos a manifestarnos, estuvimos declarando en la prensa que esta lucha no se iba a ganar con ‘llamaradas de petate’ y acciones de arrebatos. Tenemos una lucha organizada la cual se está conjugando junto con los padres de familia y que estamos llevando a cabo entre maestros y la comunidad escolar”.
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El fin de semana anterior, las múltiples secciones de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación, acordaron retirar la presencia física frente a Palacio Nacional.
“Lo que hace la CNTE la semana pasada no es renunciar, sino es un repliegue táctico por la cuestión de salvar el ciclo escolar de los alumnos, por regresar a las comunidades e informar, algo que nosotros hicimos desde el día uno”, declaró, explicando que han mantenido un brigadeo permanente para esclarecer sus causas y las afectaciones de la reforma del 2007 a la Ley del ISSSTE.
En una asamblea de bases llevada a cabo en el municipio de Tijuana, el Comité acordó, con la presencia de aproximadamente 550 docentes, realizar una acción semanal de manera indefinida, en conjunto con los padres de familia.
“Los mismos padres de familia nos estaban haciendo la petición, que nos mantuviéramos en las aulas y que ellos nos iban a brindar el apoyo para juntos luchar en contra de esta reforma educativa”, refirió, en relación a la logística de un solo día suspendido a la semana.
En la marcha que se llevó a cabo el 5 de junio, se manifestaron cerca de 800 maestros y 150 padres de familia de las escuelas donde han llevado a cabo el brigadeo. A este grupo lo integran 70 escuelas en el Estado.
“Es muy importante para nosotros que se entienda que esta lucha no es en contra del pueblo ni en contra de las comunidades, sino por el contrario, es una lucha que se está gestando por ellos, por la educación pública y también por los derechos de los maestros”, comentó.
En ese sentido, reiteró el impacto de las implicaciones de la reforma en relación a la edad de jubilación y la calidad educativa.
“Los maestros con los 65 años de edad en la educación básica no van a rendir dentro de las aulas. Somos obreros de la educación y sabemos exactamente cuál es nuestra función y nuestro trabajo, y también sabemos qué deficiencias tenemos con la edad avanzada y lo que requiere y demanda un grupo de 35 alumnos en edad escolar”.
Díaz explicó que solo el 25% del magisterio a nivel nacional se encuentra bajo el Décimo Transitorio, régimen al que beneficiaría la propuesta de congelación de años de jubilación que ha realizado el Gobierno Federal. El 75% restante se encuentra en cuentas individuales que gestionan las Afores, “desgraciadamente, no ha llegado ninguna respuesta favorable para esos compañeros”, agregó.
“Que eso quede de manifiesto en todas las comunidades, que quede de manifiesto en la prensa, porque se estaba interpretando la situación como si la lucha únicamente fuera por los derechos laborales y no es así. Tenemos nosotros completamente la responsabilidad de decirlo y de saber cómo se va a afectar a la sociedad y cómo se va a afectar a la niñez de Baja California y de México en su totalidad”.
El secretario general estableció que el Comité Democrático no cesará sus manifestaciones, “para nosotros la lucha no va a terminar hasta que se abrogue la reforma a la ley del ISSSTE, la CNTE lo declaró”.
Sobre los resultados que deja la primera fase de la huelga nacional, indicó que se perdió más de un trimestre de clases, “las evaluaciones se generan cada trimestre, se perdió casi una evaluación completa para la niñez de Baja California. Por eso no nos fuimos nosotros al paro indefinido de labores, porque conocemos las condiciones de nuestro estado y las necesidades que tienen nuestras comunidades”, pronunció.

Asimismo, Díaz Preciado denunció que a finales del mes pasado, la Secretaría de Educación Pública Federal les hizo llegar una encuesta a los maestros para generar un sistema diferente al la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (USICAMM), sin embargo, no planteaba un cambio de fondo.
“Venía completamente para mantener el sistema, las preguntas eran casi casi como decir, ‘¿qué le quieres cambiar? ¿La S por la C o la C por la S?’ No había manera de que el maestro ejerciera una propuesta o una contrapropuesta”, reclamó.
El vocero recordó otras demandas de origen que han impulsado la movilización nacional, entre ellas la reversión de la llamada Reforma Educativa “Peña-AMLO”.
“Esta lucha también es por la abrogación de la Reforma Educativa, que de educativa no tuvo nada, que fue una reforma laboral en contra de, con todo el desprecio que tenía Claudio X. González hacia los maestros y desgraciadamente tampoco se ha hecho nada.
Acusó además que el discurso oficial ha tendido al desprestigio y los señalamientos hacia el magisterio, desvirtuando la búsqueda de dignidad educativa y laboral.
“Pareciera ser que tanto desde la presidencia de la República se está informando que los maestros son los malos, que los maestros son los flojos, que los maestros son los que quieren tener un privilegio por encima de la clase trabajadora, cuando el salario de un maestro base es de 16 mil pesos al mes”, expuso.
Para finalizar, el docente decretó: “La lucha no es una lucha incendiaria de un mes, de dos semanas, de tres semanas, donde afectamos directamente en el servicio educativo. Tenemos que mantener esta lucha, mantener nuestra propuesta, nuestra protesta, pero sobre todo hacerle ver al gobierno que la comunidad tampoco está contenta con esta ley”.