“De este lugar en la tierra brotan cuerpos, una mano, un pie, un cráneo; el olor a putrefacción se ha hecho presente con la llegada de los grupos criminales entre los caminos que llevan a la zona serrana. Así es hoy La Rumorosa, un cementerio incalculable de personas que fueron reportadas como desaparecidas y de quienes nadie los busca. Pero es tanta su necedad de salir del hoyo donde fueron obligados a descansar que los hace resurgir de donde fueron abandonados”, relata uno de los residentes más longevos del poblado, mientras observa la carretera de izquierda a derecha y advierte: “Cuando la luz del sol se apaga, el diablo se suelta”.
Catalogado como el único Pueblo Mágico de Baja California y reconocido por sus características rocosas únicas en el mundo, La Rumorosa hoy gana fama mundial no por su atractivo turístico, sino por la ola de violencia que los cárteles han llevado al poblado en su pugna por apoderarse de las principales rutas de trasiego.
Actualmente, es considerado un imán para los colectivos de búsqueda que centran su atención en la zona, luego de que en lo que va del año se han descubierto más de una veintena de cuerpos y restos óseos en diversas narcofosas. Se teme que la cifra real sea incalculable. El objetivo es localizarlos con la esperanza de poder identificar a la mayoría y entregarlos a sus familiares.
Pero la violencia en La Rumorosa no es nueva; ha escalado con el paso de los años mientras las autoridades la minimizaban. Hasta hace dos meses, no había presencia policial estable en el área, siendo una sola patrulla la que atendía reportes en La Rumorosa, El Hongo, Lomatova y delegaciones vecinas.
La zona, controlada por muchos años por el Cártel de Sinaloa, con ambas fracciones establecidas y en acuerdo de división del terreno entre “La Chapiza” y “Los Mayos”, mantenía el flujo organizado del tráfico de estupefacientes, armas y la extracción ilegal de combustible.
Choferes del transporte pesado ya identificaban las zonas donde podían surtir “huachicol”, y lo hacían en fila a plena luz del día sin problema alguno.
Publicidad
Sin embargo, la avaricia por mantener el control de la zona por parte de cabecillas del Cártel de Sinaloa que confiaron en la impunidad complicó las cosas.
El primer tropiezo registrado, considerado como el inicio del declive, fue a finales de 2022, cuando atacaron a dos jóvenes que visitaban la calle recién inaugurada denominada Jaime Maussan. No solo los persiguieron, sino que les dispararon, privando a uno de ellos de la libertad para después torturarlo y decapitarlo.
Estos hechos quedaron grabados en cámaras de vigilancia e incluso en el celular de los propios sicarios, quienes fueron aprehendidos y hoy cumplen una condena en el CERESO de El Hongo. Desde allí, buscan revivir el control por medio de jóvenes de entre 15 y 30 años, hombres y mujeres con quienes mantenían lazos de amistad, familiares y amorosos.
Los hechos fueron vistos como transitorios, hasta que durante 2023 las diferencias internas del cártel llevaron a ataques armados y desapariciones forzadas en la zona, recrudeciéndose en 2024, particularmente en los últimos meses del año e inicios de 2025, cuando se registraron más de 40 desapariciones forzadas y 20 cuerpos extraídos de fosas en distintos puntos de la ciudad en los últimos cuatro meses.
La guerra
A la guerra interna del Cártel de Sinaloa se suma la llegada del Cártel Arellano Félix y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), quienes aprovechan la reciente adopción de desertores exsinaloenses para liquidar a sus contrarios.
La ventaja es que conocen a la gente, saben dónde se ubican los puntos de distribución, las rutas que usan para moverse, y llevan y traen información que les permite ascender en la estructura criminal.
A principios de enero, se identificaron para el CJNG a más de una decena de miembros de la estructura, los cuales engrosan hoy los archivos de fichas de búsqueda recientes de los colectivos en Tecate.
“Aquí se están llevando a quien vende, compra, sabe, ha visto o ha escuchado. Y es que los amigos hoy son enemigos, y no hay temor si es de día o de noche, o si hay o no hay testigos. Ya ve a Gloria, con todos presentes se la llevaron, asesinaron y enterraron, y es un secreto a voces quién fue. Pero da miedo reportar algo porque la gente que anda en la malandrada nunca falta que tenga amistades con la policía, con los paramédicos o incluso con otras corporaciones de emergencia”, comenta un residente.
Entre los identificados por las mesas de seguridad se encuentra un hombre de aproximadamente 26 años, quien se habría desempeñado como voluntario en distintas estaciones de bomberos del municipio, de nombre Guillermo, alias “Memín”.
Vecinos del poblado lo acusan de haber participado en el “levantón” de Gloria, localizada semanas después en una narcofosa propiedad de “Los Mayos”, quienes marcaban a sus víctimas en la espalda con las iniciales “MZ” antes de enterrarlas.
“Memín”, señalan vecinos, ha sido visto constantemente recorriendo el poblado en compañía de otros sujetos armados, además de ser señalado de proporcionar información de primera mano al grupo delincuencial al que pertenece.
Se le relaciona también como parte de los sujetos que fueron vistos obligando a caminar esposado a un hombre de quien se desconoce su paradero, luego de incendiar el vehículo utilizado para trasladarlo hasta La Rumorosa el pasado 9 de abril de 2025.
Autoridades confirman la pugna, pero no detienen
Para la fiscal general del estado, María Elena Andrade, estos hechos son el resultado de una pugna entre cárteles rivales.
Advirtió que en los próximos días se instalará una oficina en coordinación con los tres órdenes de gobierno para atender cualquier hecho relevante en la zona y con el objetivo de brindar mayor seguridad a los pobladores, negando que en el área exista el cobro de piso.
“Desde 2022 nos han estado extorsionando, intimidan, cobran; incluso una de las fachadas y vehículos de algunos comercios fueron baleados o incendiados. Ellos mismos, por si no recuerda la fiscal, lo denunciaron a través de un video en el que mostraban los impactos de arma de fuego”, dijo uno de los comerciantes, quien afirma que además de la extorsión, algunos son obligados a colocar cámaras monitoreadas por el crimen organizado al exterior de su establecimiento o a quitarlas para evitar captar algún incidente.
Residentes denuncian que han tenido que establecer, en común acuerdo y por el bien de la comunidad, un tipo de toque de queda para evitar ser blanco de la violencia que impera en el poblado.
Además, han solicitado en múltiples ocasiones la intervención de la delegada de educación en Tecate, Irlanda Adriana Andrade, para que los niños reciban sus clases en línea y evitar exponerlos a las múltiples balaceras que constantemente se registran, pero no ha habido respuesta.
En el poblado se han desplegado dos operativos, informó el secretario de seguridad en Baja California, general Laureano Carrillo Rodríguez, en los que se han asegurado armas, vehículos y cargadores abastecidos.
“Tenemos información de la presencia de un grupo delictivo que anda ahí. Hace 15 días hicimos un operativo importante que llamamos ‘Operación Águila’, trabajando esa área. Tenemos más de 200 elementos trabajando ahí de todas las corporaciones. Logramos el aseguramiento de vehículos abandonados con impactos de armas de fuego, lo que nos da a entender que efectivamente hay presencia de este grupo delictivo. Se localizaron también las fosas. Tenemos información de que andan hostigando a los trabajadores de una empresa que está encargada de la construcción de un parque eólico. Hemos tenido reuniones con ellos. Se mantiene ahí una tranquilidad, por lo menos donde está el parque. Iniciamos hoy otro operativo con 150 elementos, y efectivamente no vamos a permitir que esa área se salga de control y vamos a seguir allí el tiempo que sea necesario hasta el aseguramiento de estas personas. Tuvimos un avistamiento de estos delincuentes; no se registró una aprehensión, pero sabemos que están ahí”, declaró.
Las narcofosas
“Los pies no saben de cansancio cuando de buscar se trata. La esperanza de que la varilla nos alerte de que hemos posiblemente encontrado un cuerpo es una mezcla de sentimientos como temor, tristeza y alegría, porque significa que hay una posibilidad de que ese cuerpo, ese resto, sea mi hijo o el familiar de uno de nosotros”, platica una integrante del colectivo de búsqueda, quien se deja llevar por su instinto y entierra la varilla en el terreno cubierto por maleza seca una y otra vez.
Su hijo desapareció en El Hongo. Hace cuatro años que no sabe nada de él: “Yo diría que agarró malas amistades, le gustaba andar a caballo por aquí y por allá. Tal vez, como era muy alegre pero también bravo, tuvo alguna diferencia con alguien, porque él solo jamás se hubiera ido de aquí sin decirnos”.
El grupo recorre la zona a la altura del predio que conglomeró seis cadáveres semienterrados —pero aún identificables— y cuatro restos óseos más, pertenecientes a diferentes cuerpos, localizados hace diez días, después de que las autoridades atendieran un reporte de enfrentamiento armado en el área.
Las víctimas fueron asesinadas bajo distintos métodos, informó César Raúl González Vaca, titular del Servicio Médico Forense en Baja California, quien obtuvo los resultados tras las múltiples autopsias realizadas a los cuerpos que lo permitieron. Los asesinos no solo utilizaron armas de fuego para ejecutarlos con el llamado “tiro de gracia”; también recurrieron a técnicas de tortura como asfixia, contusiones y objetos punzocortantes. Posteriormente, los trasladaron hasta un predio ubicado a unos cinco kilómetros dentro del poblado, desde la carretera libre, donde fueron enterrados aparentemente con prisa, lo que permitió el avistamiento de uno de los cuerpos.
El miércoles 7 de mayo, autoridades desplegaron operativos en los que aseguraron dos viviendas, localizando en una de ellas la camioneta Tacoma de dos trabajadores dedicados a instalar paneles solares, provenientes de Tijuana, quienes habían ido a La Rumorosa a realizar trabajos. Esto confirmó aún más la sospecha de que, debido a las características físicas y la vestimenta, dos de los cuerpos semienterrados eran estos trabajadores. Con ello, se logró identificar a cuatro de los nueve cuerpos. Los otros dos corresponden a Gloria, de 46 años, privada de la libertad durante su jornada laboral en una gasolinera, y José Luis Ríos, alias “Joe”, propietario de un rancho en la zona y creador de contenido en plataformas como YouTube, donde invitaba a conocer el área.
Durante la primera conferencia matutina posterior a sus vacaciones, el presidente municipal Román Cota informó que se está trabajando en reforzar la seguridad en La Rumorosa con apoyo de las fuerzas federales, aunque no detalló de qué manera su gobierno apoyará al comercio local de la zona, el cual se ha visto severamente afectado. Cerca de cinco establecimientos han tenido que cerrar sus puertas, además de registrarse una disminución importante de clientes durante los fines de semana.
La violencia ha obligado además a más de cinco familias a desplazarse a otros estados para evitar ser blanco del crimen organizado; dos de ellas lo hicieron luego de ser víctimas de secuestros exprés a inicios de 2025.