Enrique Mier y Terán II
Añadimos algunos textos de artículo anterior…
Enrique, con su incansable energía, procuraba conseguir negocios de maquiladoras para la ciudad y no se detenía ante ningún obstáculo para promocionarla, por ejemplo: buscaba con denuedo atraer a la compañía Samsung, pero no encontraba cómo llegar con el presidente de ésta, hasta que se enteró que usaba peluca, cosa que también usaba Enrique. Encontró dónde producían y vendían las pelucas que usaba el presidente de Samsung, por lo que concertó una cita en ese lugar, el mismo día y hora en que acudiría el coreano. Ahí lo conoció, charló con él por el tema común que ahí los unía, con gracia explicó la situación de la maquiladora en Tijuana y logró llamar su atención para que instalara su planta en la ciudad. Con Enrique, lo difícil era posible y lo imposible se tardaba un poco para realizarlo.
Muchos jóvenes acudían a la oficina de Enrique Mier a escucharlo, pues tenía una charla amena, salpicada de anécdotas y bromas que la hacían muy apreciada por los jóvenes; entre ellos Carlos Jaramillo, el anterior presidente del Consejo Coordinador Empresarial, quien lo admiró y aún lo considera su mentor.
La dedicación de Enrique a su familia fue muy grande y le preocupaba que sus hijos se habían tardado un poco para casarse, sin embargo, en un tiempo cuasimágico en el curso de un año, los cuatro se casaron en bellas fiestas cálidas donde tuve la suerte de ser invitado.
En el primer capítulo, platicamos de su presidencia en diferentes organizaciones que fundó o apoyó a fundar, como Deitac, que ha sido un buen instrumento para atraer a fabricantes que desearon instalarse en Tijuana. Su buen inglés, su conocimiento de la plaza y de la producción de maquila hicieron que acudieran muchas industrias que aún existen y que han obtenido pingües ganancias por su estancia en Tijuana.
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Los periódicos que venían a la ciudad a inquirir en el tema de maquiladoras, acudían a Enrique, y no era extraño que lo mencionaran en el New York Times o en The Economist.
En una ocasión vino a Tijuana la escritora y política Rosa Luz Alegría, en ese entonces, secretaria de Turismo; de hecho, la primera mujer en ocupar una secretaría de estado en México. Nos dio una plática y nos encontramos con la bella mujer, inteligente, de lindo porte, que fue entrevistada por Enrique Mier, quien evitando los chismes y prejuicios fue encargado de la tarea. Fue una fiesta de talentos, un diálogo maravilloso en donde sacamos lo mejor de Rosa Luz, tarea que realizó con éxito Don Enrique como todo lo que hacía, poniéndole enorme interés.
Viendo los problemas de los turistas y la oportunidad de ofrecerles servicios de protección en México, Enrique planeó e hizo una compañía de seguros que ofrecía al viajero todo tipo de cuidados: enfermedades, choques, pérdida de boletos de avión, robos o cualquier cosa que le causara problemas. Empresa que fue medianamente exitosa pero que era original y necesaria.
Hermano Enrique, no me canso de recordarte por el impactante carisma que tenías y el encanto de la generosa amistad que regalabas.
José Galicot es empresario radicado en Tijuana.
Correo: [email protected]
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