Los 133 cardenales electores del cónclave -que iniciará el 7 de mayo de 2025, en la Capilla Sixtina de El Vaticano-, están en Roma, para elegir al sucesor del papa Francisco -de nombre secular Jorge Mario Bergoglio-, y definir el futuro de la Iglesia de mil 400 millones de católicos, según lo anunció Matteo Bruni, portavoz de la Santa Sede.
“Un pastor cercano a la vida real de la gente. Debe estar presente, ser cercano, capaz de ser puente y guía, de favorecer el acceso a la comunión de una humanidad desorientada y marcada por la crisis del orden mundial”, indicó la minuta de la reunión de los cardenales, del 5 de mayo de 2025.
Estos encuentros se realizan casi a diario desde que Francisco murió el 21 de abril de 2025, a los 88 años de edad, y en ellas los purpurados comparten puntos de vista sobre las prioridades de la Iglesia católica, de cara al cónclave, que tendrá representantes de 70 países.
Mientras, decenas de miles de personas en la plaza San Pedro y millones por televisión, observarán la pequeña chimenea instalada en el techo de la Capilla Sixtina, a la espera de noticias. Humo negro, significaría sin consenso, por lo que habrá otra votación. Mientras que humo blanco será “Habemus papam”.
El Vaticano finiquita los detalles de esta elección, que se remonta a la Edad Media. Instaló el lunes 5 de mayo de 2025, las cortinas de terciopelo rojo en el balcón central de la basílica de San Pedro, que se abrirán para la primera aparición del nuevo papa.
Los llamados “príncipes de la Iglesia” no tendrán contacto con el mundo exterior hasta elegir al nuevo papa. No habrá teléfonos, internet, televisión, prensa. Celebrarán cuatro votaciones diarias, salvo el primer día que solo se hace una. Las papeletas y actas se queman para anunciar el resultado. Benedicto XVI fue electo en cuatro votaciones en 2005. Francisco en cinco, en 2013.
Publicidad
Durante la V Congregación General, los cardenales eligieron, 28 de abril de 2025, el 7 de mayo del mismo año, como fecha para iniciar el cónclave y elegir un nuevo papa para 1,400 millones de católicos en todo el mundo, según lo anunció El Vaticano.
El papa Francisco falleció el 21 de abril de 2025, a los 88 años de edad, a causa de un derrame cerebral e insuficiencia cardíaca. Fue enterrado el día sábado 26 del mismo mes y año, en la Basílica de Santa María la Mayor, tras una misa funeral en la escalinata de la Basílica de San Pedro, a la que acudieron decenas de jefes de estado, miembros de la realeza y cientos de miles de fieles.
El lunes 28 de abril de 2025, los cardenales celebraron la primera congregación desde el funeral de Francisco. Las congregaciones generales son reuniones diarias tras la muerte del papa, para tratar asuntos eclesiásticos y los preparativos del cónclave.
Solo los cardenales menores de 80 años de edad podrían votar en las elecciones papales. Uno de los llamados “príncipes de la iglesia” deberá obtener dos tercios -89 votos- necesarios para convertirse en el titular del trono de San Pedro.
Matteo Bruni, portavoz de la Santa Sede informó la fecha del cónclave, al tiempo que el Museo Vaticano determinó el cierre de la Capilla Sixtina, situada en el Palacio Apostólico, donde se desarrollará el proceso para la elección del próximo pontífice.
Los cardenales -casi 80 por ciento designados por el jesuita argentino- participarán, el miércoles 30 de abril de 2025, en una misa solemne en la Basílica de San Pedro del Vaticano, tras la cual los que tengan derecho a voto pasarían a encerrarse para votar en un proceso secreto que puede durar varios días.
Los electores votarán hasta que un candidato obtenga una mayoría de dos tercios. Los dos últimos cónclaves -celebrados en 2005 para elegir al papa Benedicto XVI y en 2013 para elegir al papa Francisco- duraron dos días.
Los candidatos, conocidos como papables, reflejan una diversidad de enfoques teológicos, regionales y pastorales, con una tensión entre los que buscan continuar el legado progresista de Francisco y los que prefieren un giro conservador.
Matteo Zuppi (Italia, 69 años): Arzobispo de Bolonia, progresista, cercano a Francisco. Vinculado a Sant’Egidio, promueve la paz y el diálogo con la comunidad LGBTQ+. Uno de los favoritos, por su pastoralidad y origen italiano.
Pietro Parolin (Italia, 70 años): Secretario de Estado del Vaticano, moderado y diplomático. Su experiencia en la Curia y pragmatismo lo hacen un candidato de consenso.
Luis Antonio Tagle (Filipinas, 67 años): Pro prefecto del Dicasterio para la Evangelización, carismático y progresista. Apodado el “Francisco asiático”, representa a Asia y aboga por la justicia social.
Peter Turkson (Ghana, 76 años): Ex prefecto del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, progresista. Su elección sería histórica como primer papa africano, pero su edad es un obstáculo.
Jean-Marc Aveline (Francia, 66 años): Arzobispo de Marsella, uno de los favoritos de Francisco. Progresista, enfocado en inmigración y diálogo interreligioso, aunque con poca experiencia en la Curia.
Péter Erdő (Hungría, 72 años): Arzobispo de Budapest, conservador pragmático. Su rigor doctrinal y contactos europeos lo posicionan, pero su oposición a algunas reformas de Francisco limitaría su apoyo.