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lunes, mayo 12, 2025
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Jornada de 40 horas subirá 25% costos operativos a empresas

Reducir la jornada de trabajo de 48 a 40 horas a la semana podría aumentar entre 20 y 25 por ciento el costo operativo de las empresas, lo que pondría en aprietos a las micro y pequeñas empresas que generalmente tienen de dos a cinco empleados, estimó Julián Palombo Saucedo, delegado nacional de la Concanaco.

Muchas de las empresas no sobrevivirán a esa carga económica y podrían “cerrar sus puertas” o irse a la informalidad. “Para resarcir la afectación económica, el gobierno debiera implementar algunos incentivos”, consideró.

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Una visión similar expresó Roberto Vega Solís, presidente de la Coparmex de Tijuana, quien subrayó que 98 por ciento de las empresas en Baja California son micro, pequeñas y medianas empresas (MIPyMES) que “no están preparadas” para la reducción de horas laborales.

Algunas empresas verían afectada su rentabilidad, algunas cerrarían operaciones. “Otras disminuirían sus horarios de operaciones o harían enroques para cubrir las horas”. Es necesaria una reforma fiscal en materia de sueldos y salarios que modifique las tarifas de Impuesto Sobre la Renta (ISR) y haya un subsidio al empleo adecuado a estos cambios y a los salarios fronterizos actuales, consideró.

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El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Tecate, Joel Villalobos, estimó que el número de empresas formales seguirá contrayéndose si no se hace de forma gradual la reducción de la jornada laboral a 40 horas.

Los últimos datos del Seguro Social revelan que en México se perdieron 26 mil 420 patrones, ya que la cifra pasó de un millón 73 mil 796 en abril de 2024, a un millón 47 mil 376, en abril de 2025.

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Para el caso de Baja California, el registro patronal muestra una reducción de dos mil 792 empresas al cierre de abril pasado; de 41 mil 959 a 39 mil 167 en los últimos 12 meses.

Marath Baruch Bolaños López, Foto: Archivo

Varias empresas están adelantándose a recortar su semana laboral, sin embargo, será “complicado” que las compañías generen más empleo como tendría que ser un resultado positivo de la estrategia, debido al aumento al salario mínimo en la región y la guerra comercial iniciada por Estados Unidos, agregó Villalobos.

Una trabajadora de una desarrolladora de vivienda expuso que hace unos meses el horario que tenía, de 8 a.m. a 7 p.m., se redujo una hora laboral y media hora para comer sin que se afectara la productividad, pese a que la empresa no ha contratado a más personal. “Hay departamentos que requieren más gente, y ya tiene dos años que no han contratado; y se está planteando que en la obra se quite a todos los externos que supervisan los procesos”

Con todo y que a la semana trabaja cerca de 50 horas (8 a.m.-6 p.m.), la trabajadora vio positivo que sea gradual la reducción de la jornada sea laboral, para no afectar tanto a las empresas.

Andrea Vizcarra, abogada y empresaria, se mostró a favor de la medida, para que los trabajadores tengan tiempo de calidad con su familia, aunque sí manifestó preocupación por la productividad de su negocio.

 

EMPRESAS PODRÍAN QUITAR BONOS

El presidente del CCE de Tecate, Joel Villalobos, alertó que reducir la jornada laboral podría conllevar una baja en la remuneración de los trabajadores, al eliminarse bonos o incentivos por puntualidad o despensa, si la empresa no tiene capacidad de sostener sus costos operativos, dejando sólo el sueldo nominal al trabajador.

“Si tú tienes un impuesto sobre nómina, el más alto del país, un incremento al porcentaje de importaciones por la guerra comercial, no hay manera de que puedas ser competitivo y puedas ofrecerle al trabajador algo adicional, como algún bono, al recortarle horas de trabajo”, afirmó.

En su opinión, la gradualidad de la medida tendría que ser de 5 a 10 años. Lapso que dista del planteado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) federal, cuyo titular, Marath Baruch Bolaños, anunció que la reducción de la jornada laboral se hará paulatina y gradualmente hasta llegar a las 40 horas semanales a más tardar en enero de 2030.

Octavio Sandoval López, presidente del CCE de Mexicali, aseguró que el sector está preocupado por la medida, ya que si bien es positivo por los derechos humanos de los trabajadores, “buscar más estabilidad de vida y trabajo” restará competitividad al país.

 

MÉXICO, ENTRE LOS PAÍSES QUE MÁS TRABAJAN Y MENOS PRODUCTIVIDAD TIENEN

En el cuarto trimestre de 2024 cerca de la mitad de la población ocupada (28.2 millones) en México trabajó entre 35 a 48 horas a la semana; es decir, 332 mil más que un año antes.

Mientras que, 15.1 millones (25.4%) laboró más de 48 horas. En promedio, la población ocupada en el país trabajó 42.2 horas a la semana, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI.

Por entidad federativa, Jalisco (64.6%) fue la que tuvo el mayor porcentaje de ocupados que trabajaron entre 35 y 48 horas a la semana, aunque se ubicó en el lugar 11 a nivel nacional en cuanto al salario promedio registrado en el IMSS al cierre de 2024.

Foto: Tomada de Internet

El Estado de México (34%) tuvo el mayor porcentaje de trabajadores que laboraron más de 48 horas, pero salarialmente estuvo en el puesto 16 a nivel nacional.

En Baja California, 940 mil 471 personas (53.1%) trabajaron de 35 a 48 horas a la semana, y 410 mil 902 (23.2%) más de 48 horas.

En promedio, la población ocupada trabajó 42.6 horas a la semana.

Así, BC se ubicó en el octavo lugar a nivel nacional con más porcentaje de ocupados que trabajaron entre 35 y 48 horas y el quinto en la zona de la frontera norte. En el porcentaje de ocupados que trabajó más de 48 horas, Baja California se situó en el lugar 19 nacional y el primero en la frontera norte. Empero, Baja California fue la segunda entidad federativa con mejor remuneración ($673.01) sólo debajo de Ciudad de México ($729.32).

Alexis Eduardo González Gómez, de México Cómo Vamos, refirió que México es uno de los países con las jornadas laborales más amplias; es decir, es una de las naciones donde más se trabaja en términos de horas, pero está entre las que tienen menor productividad en la OCDE.

“Hallazgos recientes en la teoría económica indican que la cantidad de horas ya no se traduce directamente en mayor producción”. Es más, la productividad laboral parece incrementar cuando hay un mayor descanso entre jornadas laborales semanales en lugar de un sólo día de descanso; lo mismo ocurre con la extensión de la jornada laboral diaria.

El anuncio de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo de que la reducción de la jornada laboral será paulatina y gradual disminuye el riesgo de la carga de los costos laborales, sobre todo para MIPyMES, que representan 95 por ciento de las unidades económicas del país y donde también hay más informalidad, consideró el especialista.

No obstante, coincidió en que “se necesitan generar los incentivos fiscales, económicos (costos asociados a la nómina), precisamente para que esas unidades económicas salgan de la transición de ser empresas muy, muy pequeñas, a empresas mucho más robustas en términos de operación y del número de trabajadores”.

Todavía no está definido si en el periodo de cinco años la transición gradual será de forma anual o en períodos más amplios, de dos a tres años; “digamos que hacia 2027 la jornada sea de 44 horas y para 2030 tenga el ajuste completo de las 40 horas”, no obstante, cinco años es tiempo “suficiente” para que las empresas hagan los ajustes en términos de costos y eficiencia en productividad.

Respecto a si la reducción de la jornada laboral podría flexibilizar el mercado laboral para pasar a un modelo similar al de Estados Unidos, en que se paga por hora trabajada, González Gómez indicó que actualmente esa figura no está en la ley, ya que un empleo formal por seguridad social sólo es de media jornada o jornada completa.

“Es un camino que podría explorar la Secretaría del Trabajo, sobre todo (tendría que definir) cómo se haría esa correspondencia entre hora trabajada y cómo correspondería el pago de la seguridad social, que es uno de los elementos más importantes del empleo formal”.

La reducción de la jornada laboral “no necesariamente” debe estar asociada con la baja de producción, y por lo tanto tendría que mantenerse el esquema de los bonos. “El salario que tienen los trabajadores es por jornada laboral, es decir, el salario tiene que ser respetado cuando se reduzcan eventualmente las jornadas laborales”, reiteró.

La reducción de la jornada laboral permitiría una mayor participación de la mujer en el mercado laboral de México, ya que actualmente es “muy baja” comparada con otros países con economías similares y con integrantes de la OCDE, añadió.

Foto: Archivo

DECISIÓN POLÍTICA

 

En la LXVI Legislatura de la Cámara de Diputados se congelaron diez proyectos para reducir la jornada laboral. En opinión del especialista, la postergación de la aprobación de la iniciativa por alrededor de dos años se debe a una “decisión política”.

Ahora con este nuevo planteamiento de la jornada laboral a 2030, se establece un periodo de implementación que también responde a una “decisión política” y que pretende atender las críticas, estimó González Gómez.

Rogelio Gómez Hermosillo, presidente de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, se pronunció a favor de que los foros organizados por la Secretaría del Trabajo, del 2 de junio al 7 de julio de 2025, aborden las diversas jornadas laborales que existen en el país y en todos los sectores públicos y privados.

“De no hacerse esa discusión amplia sería un cambio parcial, un parche, una medida que se ve bien en el papel, pero que en la práctica es muy difícil de llevar a cabo para todas las personas de forma igual”.

“Llevamos décadas en que la Constitución no se cumple”, porque existen jornadas de 24 horas por 24 horas, o de 24 por 48 horas en sectores como el de salud y seguridad que “evidentemente muchas semanas suman más de 48 horas” y que superan el máximo establecido en la Carta Magna.

La reducción de la jornada laboral debe ser consensuada, evitando imponer una visión única del gobierno, porque “la economía no se maneja por decreto. Es muy importante que entendamos que el trabajo es un derecho humano, que las personas que trabajan son eso, son personas con derechos. Suena muy obvio lo que estoy diciendo, pero parte del problema es que no se ve así, sino que se ve como si fuera mercancía, como si fueran recursos”, sentenció.

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Autor(a)

Julieta Aragón
Julieta Aragón
Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco. Cursé la maestría de Periodismo Político en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García y sigo en proceso de tesis. Soy reportera de ZETA desde 2017.
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