18.6 C
Tijuana
lunes, mayo 12, 2025
Publicidad

“Es enormemente doloroso que alguien no esté”: Imanol Caneyada

“La desaparición forzada hace que la vida se convierta en algo muy difícil de experimentar y tiene que ver con la falta de respuestas, con los silencios; es una losa muy pesada”, expresó a ZETA el autor de “Cuerpos sin nombre”

 

La desaparición de personas en México, desde la voz de una mujer que es buscada por sus familiares, es abordado por el escritor mexicano Imanol Caneyada en su más reciente novela “Cuerpos sin nombre”, editada este año por el sello Tusquets de Planeta Editorial Mexicana.

Publicidad

Anuncio

En “Cuerpos sin nombre”, Caneyada explora dos vertientes que dan un giro a su narrativa realista de años anteriores: por una parte, propone dar voz a una mujer desaparecida que cuenta su tragedia con un tono irónico, mientras sus familiares la buscan; y por otra, reconoce su incursión en “la literatura de lo insólito o lo fantástico”.

“En esta novela, como escritor, me puse desafíos y retos para encontrar otras formas de contar, no inventadas por mí, porque yo no he inventado la literatura de lo insólito y lo fantástico, pero sí que eran formas nuevas para mí y de esta manera me ponía a prueba también como escritor”, reveló a ZETA Imanol Caneyada, antes de brindar detalles de su propuesta literaria.

Publicidad

Anuncio

 

Publicidad

DESDE LA VOZ DE LA AUSENTE

En “Cuerpos sin nombre”, Ella es buscada por personajes como Papá, Mamá y Hermano. Narrada en primera persona por Ella, la protagonista cuenta su propia desaparición y cómo sus familiares la buscan por doquier. Con un tono incluso irónico, Ella cuenta con ironía cómo es buscada hasta en los lugares menos imaginados. El lector descubrirá si es encontrada viva o muerta.

¿Por qué quisiste escribir “Cuerpos sin nombre” desde la voz de una desaparecida que es buscada por su familia?

“Primero pensaba en una novela más realista, contada desde la madre que busca, desde el padre que busca, desde las autoridades, en un ejercicio más realista; pero me fui alejando de esa posibilidad porque sentía que esa posibilidad ya se había explorado y ya se había manifestado en el cine, en otras novelas, en el mismo periodismo y en documentales, y sentía que poco podía aportar a esas voces que ya se habían manifestado y habían explorado”.

“De pronto me encontré con la voz de la ausente que no está y que narra desde un no lugar y que me permitía romper con muchas reglas de la narrativa y con la verosimilitud, porque es una primera persona, pero es una primera persona omnisciente, lo cual ya es un contrasentido y es algo totalmente imposible desde la perspectiva de la verosimilitud, porque es estar en un no lugar, ese no existir. La voz de la ausente me permitía que esa voz fuera una voz que pudiera entrar en los interiores de los demás personajes, de la mamá, del papá y del hermano, explorar lo que sienten, lo que piensan, pero también me permitía encontrar remanso, porque es una voz que como ausente se permite ser irónica por momentos, sarcástica, burlarse incluso de sus papás que la están buscando”.

“Ella que es la desaparecida puede ironizar sobre su situación, puede ironizar sobre su madre, puede ironizar sobre su padre, puede burlarse del hermano, puede ser tierna incluso, puede jugar con las obsesiones de Papá que la busca en antros, prostíbulos y table dance, etcétera. Quitarle esta carga melodramática que por momentos podía tener la historia creo que le da una riqueza a la historia que de otra manera igual no tendría”, argumentó.

Cortesía

 

LA LITERATURA DE LO FANTÁSTICO

Los familiares que buscan a sus desaparecidos adquieren el Síndrome del Familiar Ausente, en “Cuerpos sin nombre”, mismo que se manifiesta, de manera insólita y fantástica, en unas protuberancias que les van saliendo como síntoma de su padecimiento.

El Síndrome del Familiar Ausente que se manifiesta cuando a la gente le brotan abscesos es más cercano a la fantasía que a lo metafórico. ¿Qué aportan la fantasía a una novela realista?

“Este juego -un poco perverso y al mismo tiempo cínico también, lo reconozco- es a propósito. Lo que hago es revertir la metáfora y convertirla en la metáfora hecha carne, la metáfora hecha cuerpo. De manera que la enfermedad ya no es una metáfora, sino que se materializa, tienen un síndrome que los médicos cínicamente lo explican así, el Síndrome del Familiar Ausente que se manifiesta en estos abscesos, estos bultos que aparecen en sus cuerpos y que van adquiriendo el rostro de la persona desaparecida. El problema de las metáforas es que llega un momento en que se vacían de contenido y creo que mi intención era renovar su verdadero contenido y su verdadero impacto”.

Como monstruos, los personajes adquieren anomalías en esta época violenta sin fin:

“Las burocracias a las que tienen que acudir para denunciar y para exigir que busquen a su hija, también son unos seres amorfos, unos seres que no se explican, que no son humanos, que son entre reptilianos y ofidios; hay varios elementos ahí construidos desde esta idea de la literatura de lo insólito, lo fantástico. Y la respuesta al porqué, es porque me parece que le puede dar una fuerza, una profundidad y un impacto mayor que si retratamos una realidad que hemos normalizado tanto, que hemos invisibilizado tanto que ya no nos sacude”.

“Cuando empecé a explorar la historia desde esta perspectiva de lo insólito, de lo fantástico, de lo absurdo, de lo kafkiano -porque sí bebe mucho de Kafka, de ‘El proceso’, de ‘La metamorfosis’, que no explica nada, simplemente suceden las cosas y ya-, encontré que podía adquirir otra dimensión, que es la dimensión literaria y la dimensión de estas estrategias literarias; una dimensión que sacudiera al lector, que lo pusiera en un lugar en el que ya no estaba por la saturación de este realismo que se convierte en número, que se convierte en estadística y se convierte en algo que ya no nos sacude. Entonces, desde lo insólito, desde lo absurdo y desde lo fantástico me pareció que podía llevar al lector a otros lugares en los que no había estado, a pesar de que es un tema recurrente y un tema que está permanentemente en los medios, en el cine, en todas partes”.

“ES ENORMEMENTE DOLOROSO QUE ALGUIEN NO ESTÉ”

Imanol Caneyada (San Sebastián, España, 1968) ha abordado desde el cuento o la novela la realidad violenta de México. Ahora con “Cuerpos sin nombre” toca un tema bastante sensible pero igualmente interminable, sexenio tras sexenio.

A propósito del tema de los miles de desaparecidos en México, ¿por qué quisiste abordar el tema en “Cuerpos sin nombre”?

“Esta novela la escribí hace cuatro años, más o menos; la terminé en 2021. Por los tiempos editoriales aparece ahorita, casualmente cuando el tema vuelve a tomar muchísima importancia por este hallazgo terrible del rancho Izaguirre. Hay un ejercicio de olvido y la prueba es que al descubrir el rancho Izaguirre, la reacción de ciertos políticos, los medios, la reacción incluso de la sociedad es ‘Ah, esto está pasando en México’, cuando esto está pasando en México desde hace muchas décadas ya, esto no es nuevo”.

“Hay una práctica judicial que aparece en esta secuencia de la novela que tiene que ver con el Enterrador (personaje de ‘Cuerpos sin nombre’), donde las personas no identificadas -porque no se sabe quiénes son, no tienen nombre-, se les pone un número de expediente. Entonces, esta cosificación, esta numeración de estos seres que no tienen derecho ni siquiera a un nombre, me llevaron un poco a concebir la novela desde un lugar donde no hay nombres”.

Sentenció sobre las interminables desapariciones en México, sexenio tras sexenio en las últimas décadas: “Es enormemente doloroso que alguien no esté. Hay insensibilidad, indolencia, apatía, indiferencia, corrupción. Pero la agonía me parece que es algo que no terminamos de dimensionar. Un homicidio es terrible, pero hay un cuerpo, hay un motivo, hay una causa. Un secuestro es dolorosísimo. No estoy comparando las tragedias, pero el caso de la desaparición forzada que hace la vida se convierta en algo muy difícil de experimentar y tiene que ver con la falta de respuestas, con los silencios; es una losa muy pesada”.

- Publicidad -spot_img

Autor(a)

Enrique Mendoza
Enrique Mendoza
Enrique Mendoza Hernández estudió Comunicación en la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) Campus Tijuana. Premio Estatal de Literatura 2022-2023 en la categoría de Periodismo Cultural, otorgado por la Secretaría de Cultura de Baja California; Premio Nacional de Periodismo Cultural FILEY 2025, otorgado por la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), a través de la Feria Internacional de la Lectura Yucatán, y Manos Libres Periodistas. Ha sido incluido en diversas antologías, entre otras, en “Relatos de frontera y otras costumbres. Crónica joven de Tijuana”, editado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) y el Centro Cultural Tijuana (CECUT) en 2013. Autor del libro “Poetas de frontera. Anécdotas y otros diálogos con poetas tijuanenses nacidos en las décadas de 1940 y 1950”, publicado por la Secretaría de Cultura de Baja California en 2024. Es periodista cultural en Semanario ZETA, en Tijuana
- Publicidad -

Puede interesarte

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here

-Publicidad -

Notas recientes

-Publicidad -

Destacadas

-Publicidad -
-Publicidad -