La semana pasada acudí a una funeraria junto con integrantes del Grupo 21 Tijuana, a acompañar al buen Pepe, quien dejara en ese grupo -y en muchos más- un entrañable recuerdo.
Por lo general, los funerales son tristes, pero sin duda en el de Pepe, el ambiente fue otro, convirtiéndose el velorio en un encuentro de amigos.
Si ya de por sí era grato saludar a los presentes -aún en medio de la pena-, encontrarse con conocidos desde la adolescencia, así como a personas que nos hemos estado viendo a través de los años, a partir de que Lulú, su hija, tomó el uso de la voz en la funeraria, la atmósfera se consolidó como si se encontrara reunida una gran familia.
Su mensaje fue tan emotivo, que le pedí me lo compartiera para tomarlo como base para esta publicación, lo que ella aceptó de inmediato.
No podrá ser reproducido integralmente en esta columna por razones de espacio, pero además de este extracto, posteriormente en los comentarios de la publicación lo compartiré integralmente.
El mensaje que Lulú leyó y aderezó con simpáticas pero cariñosas anécdotas y comentarios dice, principalmente, lo siguiente:
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“….En esta sala del renacimiento Don José Guadalupe Robles Cisneros, a 15 días de celebrar sus 94 años el 8 de mayo, construyó un sinfín de amigos, un montón de historias con todos aquellos a los que quiso muchísimo”.
“Enamorado de su trabajo -el pan de cada día- porque decía papá, ‘la publicidad es el pan de cada día de los periódicos’. El Mexicano, el Baja California, Las Noticias, el ABC, El Tabloide, El Heraldo, El Sol de Tijuana… de los que están en mi memoria en este momento. Él fue pionero en esta Tijuana que tanto amó, el más tenaz, el más recto”.
“Aquí están los amigos de papá, de algunos de los grupos a los que le dedicó gran parte de su vida; los ejecutivos de la asociación; por suerte me tocó también trabajar junto a él”.
“Aquí están también algunos de su Grupo 21. Nunca faltaba los lunes, ni a ninguna de sus reuniones de amigos, y en ambas nadie se le escapaba a la hora de cobrar las cuotas. Tal vez estén algunos de sus amigos golfistas”.
“También nos acompañan amigos de nuestra colonia, que son como familia, y las comadres que siempre han estado en buenas y malas. Algunos de los compadres y buenos amigos ya se le adelantaron”.
“En pocas palabras fuiste grande, papá, y así como te vimos siendo el hijo de tu padre, el hermano, el padre, esposo, tío, padrino y abuelo, fue grandioso verte ser el amigo de tantos”.
“Despedimos el cuerpo físico, pero sé que ahora tomas una nueva vida, en este renacer junto a Dios, y los seres que amaste tanto”.
Todo es cuestión de recordar al buen Pepe.
Alberto Sandoval ha sido profesor, servidor público, consultor, conferencista, deportista y activista ciudadano.
Correo: [email protected] Internet: http://about.me/sandovalalberto/
Facebook: Alberto Sandoval. X (Twitter): @AlSandoval