El Cártel de Santa Rosa de Lima se adjudicó, el 19 de mayo de 2025, la masacre de siete jóvenes que fueron asesinados a balazos, alrededor de las 02:30 horas del mismo día y año, en el municipio de San Felipe, en el estado de Guanajuato.
Según lo reportaron medios locales, los jóvenes fueron atacados a balazos, por un grupo de hombres armados, en la plaza principal de la comunidad de San Bartolo, donde se encontraban tras finalizar un festejo religioso.
Testimonios, citados por la prensa local, señalaron que, en menos de dos minutos se escucharon más de 100 detonaciones de arma de fuego, por lo que llamaron al número de emergencias 911, para alertar del suceso.
Entre las víctimas se encontraban dos de los hijos del delegado de la comunidad de San Bartolo, Alfonso Tapia, así como varios jóvenes más, cuyas edades oscilaban entre los 19 y 25 años. Cinco de ellos habrían fallecido en el lugar, mientras que otro que habría intentado huir, quedó tendido metros más adelante. El cadáver de otro más quedó sobre los escalones del kiosco de la plaza.
Elementos de la Policía Municipal arribaron para acordonar el lugar del multihomicidio. Sin embargo, el Servicio Médico Forense (SEMEFO) acudió a realizar el levantamiento de los cadáveres, pasadas las 7:30 horas del 19 de mayo de 2025.
Según lo indicaron los mismos medios locales, en las inmediaciones del sitio aparecieron narcomantas del Cártel de Santa Rosa de Lima, grupo delictivo que se adjudicó la masacre cuyo ex líder es José Antonio Yépez Ortiz, alias “El Marro” y que se disputaba dicho territorio con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
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A través de un comunicado, el Ayuntamiento de San Felipe condenó los hechos e informó que se encontraba en coordinación con autoridades estatales, para dar seguimiento al caso y esclarecer los hechos. También indicó que la Fiscalía General del Estado ya realiza las indagatorias correspondientes, “para que este crimen no quede impune”.
Por su parte, la Arquidiócesis de León, en un oficio firmado por Jaime Calderón Calderón, arzobispo de León, exhortó a que las autoridades estatales esclarecieran los hechos. A la condena se unió la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), que llamaron a las autoridades, grupos eclesiales y sociedad civil, a no permanecer indiferentes ante esta masacre.
“Exhorto a nuestras autoridades a dar con los responsables y buscar justicia para que estos hechos no se sigan suscitando en ningún lugar de la sociedad. Llegar a la verdad y aplicar la justicia es un deber para dar consuelo a las familias de las víctimas pedimos respuesta pronta a este hecho y que se detenga la violencia que seguimos sufriendo las familias guanajuatenses”, señaló el arzobispo de León.
“No podemos pensar indiferente ante la espiral de violencia que lacera a tantas comunidades de nuestro país. Esta masacre, entre las otras más que se repiten con dolorosa frecuencia, es un signo alarmante del debilitamiento del tejido social, la impunidad y la ausencia de paz en varias regiones de nuestra nación”, indicó la CEM.