El político en una entrevista dijo:
— A mí me encanta la Semana santa porque Jesús trae una comisión.
Publicidad
El periodista le corrige:
— No. Jesús vino con «una misión». Entendió mal, doctor.
Publicidad
— ¡Ah! ¡Qué lástima!
Publicidad
* * *
— ¡Yo soy ateo!
— ¡Y yo anuel!
— ¡Ucho gusto!
— ¡El gusto es ío!
* * *
El cura dice en la iglesia:
— Hermanos, estamos en plena Semana Santa, así que quiero complacer a cualquier hermano o hermana que quiera que cantemos una canción.
Manolo levanta la mano y dice desde la banca:
— Padre, quiero que cantemos la canción de la democracia. ¡Esa me gusta mucho!
— ¿La canción de la democracia? Esa no la conozco.
— ¿Cómo que no la conoce, padre? La canción de la democracia la cantan todos los domingos; es más, ¡fue aquí donde yo la aprendí!
— Pues no la recuerdo hijo, pero si quieres tararéala un poco para que la recordemos.
— ¡Ah claro! la canción de la democracia dice así: «¡Demo-cracia al Señor, demo-cracia, demo-cracia por su amor!».
* * *
— Padre, puedo dejar el cigarro cuando yo quiera.
— Pues entonces, hijo, ¡déjalo ya!
— ¡Dije cuando yo quiera, no cuando usted me diga!
* * *
Un aficionado a Netflix aprovecha la Semana Santa y va a la iglesia. El cura está diciendo justo en el momento en el que entra:
— Vamos a empezar hoy con el capítulo 6 de Deuteronomio.
Decidido, el hombre sale de la iglesia y dice:
— Me voy, ¡no me gustan las series a medias!
* * *
Estos son los hobbies de Dios según la gente:
1.- Ayudar al que madruga.
2.- Apretar, pero no ahorcar.
3.- Saber por qué haces las cosas.
4.- Criar gente para que se junten.
* * *
— Abraham…
— Dime, Señor.
— ¡Tira tu celular al piso y rómpelo en mil pedazos!
— ¿¡Quéee!?
— ¡Jajá! ¡Era bromeando! Sacrifícame a tu hijo.
— ¡Menos mal! ¡Qué susto me pegaste Señor!
* * *
Tocan a la puerta del cielo. De adentro pregunta San Pedro:
— ¿Quién es?
— ¡Necesito ver a Jesús!
— ¡No está!
— Usted como siempre, Pedro, ¡negándolo!
Autor: Un fiel.
El viaje
Un amigo le dice a otro:
— ¿Me puedes prestar un millón de pesos?
— Sí, pero cuando regrese de mi viaje.
— ¡Gracias! ¿Cuándo te vas?
— Pues… no lo sé todavía.
Autor: Un vivo.
Confidencia
Confidencia a la mejor amiga:
— Creo que Antonio ahora sí va en serio.
— ¿De verdad?
— Sí, ya me trae la ropa interior para que se la remiende.
Autor: Una solterona.
Mi capitán
Un capitán da una instrucción a sus soldados:
— Cuando yo cuente tres, todos ustedes deben simular trabajar en una profesión cualquiera.
Los soldados empezaron a simular manejar un carro, otros una bicicleta, otros a mecanografiar, otros hacían de peluqueros, carpinteros, etc. Pero un soldado se quedó parado y cruzado de brazos viendo en todas las direcciones sin hacer nada y el capitán le dijo:
— ¿No oyó la orden, soldado?
— Sí la oí, mi Capitán.
— ¿Entonces usted de qué la está haciendo?
— De oficial del ejército, mi Capitán.
Autor: Anónimo de la Sedena.
Mi marido
El dependiente a la señora en el supermercado:
— Señora, ¿por qué están húmedos los billetes?
— Es que mi marido lloró cuando me los entregó.
Autor: Un marido regio.
Breves
— ¿Qué le dijo un mosquito a un grupo de niños?
— No aplaudan, que todavía no es mi cumpleaños.
* * *
— ¿Por qué el maestro de música necesita una escalera?
— Para llegar a las notas altas.
* * *
— ¿Cuál es el baile favorito del tomate?
— ¡La salsa!
* * *
— Profesora ¿qué significa “why”?
— Por qué.
— Pues nomás.
* * *
— Mamá, mamá, esta noche no me esperes.
— ¿Por qué Jaimito?
— Porque ya llegué.
* * *
— Dos patos hacen una carrera… ¿quién gana?
— Ninguno, quedan empatados.
* * *
— Profesora, ¿qué significa “nothing”?
— Nada —contesta la profesora de inglés.
— Algo querrá decir.
* * *
— ¿Cómo se llama en China a los bomberos?
— Por teléfono.
* * *
— Se abre el telón, sale un señor vendiendo tortas. Se cierra el telón. Se abre de nuevo, sólo que ahora el señor vende carne y no tortas. ¿Cómo se llama la película?
— ¡El ex-tortista!
