El Vigésimo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito resolvió que la sección Quién es quién en las mentiras, incluida en el programa de conferencias matutinas de Andrés Manuel López Obrador durante su gestión como presidente de la república, fue represiva con la prensa crítica.
La resolución emitida el 14 de abril derivó de un amparo interpuesto por el periodista Raymundo Riva Palacio, colaborador de El Financiero y quien fuera director general de la agencia nacional de noticias Notimex.
“La creación de la sección referida sin un mandamiento escrito con parámetros de actuación, límites precisos y reglas objetivas previas dio lugar a sistema de propaganda gubernamental posfactual que deforma la verdad desde el poder, reprime a la prensa crítica e impide a la ciudadanía el acceso a la información en condiciones de objetividad y neutralidad”, estableció al Tribunal en el que con motivo del recurso interpuesto se condujo como ponente el magistrado Fernando Silva García.
El Tribunal dispuso “como medida de no repetición” que el Poder Ejecutivo, en al que figura como presidente de la república Claudia Sheinbaum Pardo, “se abstenga de afectar” la esfera jurídica del columnista “a través de plataformas de comunicación social que se aparten de los parámetros de veracidad, objetividad, neutralidad e institucionalidad en detrimento de los derechos humanos a los datos personales a la vida privada y al honor del periodista promovente”.
El Colegiado recalcó que el Poder Ejecutivo debe abstenerse de exhibir públicamente “datos e informaciones íntimas y privadas del periodista quejoso o que impliquen ataques, denostaciones y descalificaciones a su persona”.
En una entrevista concedida por Riva Palacio a Carmen Aristegui, el comunicador declaró que la sección conducida por Ana Elizabeth García Vilchis, “se utilizó de manera sistemática con recursos de los contribuyentes para difamar, para mentir, para atacar, para violar la privación” de periodistas.
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Señaló que en esa la sección, incluida los miércoles en las conferencias mañaneras, se difundieron datos privados, información del Sistema de Administración Tributaria, de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores así como de propiedades.
Sostuvo que López Obrador pudo apelar a su derecho de réplica en lugar de refutar información mediante la consabida sección.
“Estaba perfectamente garantizado, incluso en el recurso de amparo no decía no puede hablar, lo que no puede hacer es mentir y no puede difamar”, manifestó.
Dijo que su batalla en contra de Quién es quién en las mentiras, inició en 2019 luego de que en una transmisión fuera tildado de “cretino” en razón de haber escrito que a las conferencias mañaneras acudían “youtuberos” que cobraban por pregunta.
Refirió que una vez agotó posibilidades ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos y la Secretaría de Gobernación recurrió al Tribunal en materia administrativa y opinó que el “amparo definitivo” servirá como precedente para que la presidente Claudia Sheinbaum no incite al linchamiento de periodistas y para que comunicadores que tengan problemas con mandatarios estatales se decidan a actuar en consecuencia.