En un acto solemne y cargado de simbolismo, los restos del Papa Francisco fueron sepultados este sábado en la Basílica de Santa María la Mayor, cumpliendo su deseo de descansar cerca del icónico cuadro de la Virgen Salus Populi Romani. Este evento marcó el cierre de las exequias celebradas en la Plaza de San Pedro, donde miles de fieles y representantes religiosos se reunieron para rendir homenaje al pontífice.
El cortejo fúnebre recorrió las calles de Roma en el papamóvil, un trayecto de seis kilómetros que conectó la Basílica de San Pedro con Santa María la Mayor. A lo largo del camino, miles de personas se alinearon para despedir al primer Papa latinoamericano y jesuita. Al llegar al templo, el féretro fue recibido por un grupo de desfavorecidos y reclusos, quienes portaban rosas blancas en un gesto de gratitud y respeto.
La Basílica de Santa María la Mayor, construida en el siglo V, es uno de los templos más antiguos y emblemáticos de Roma. Su arquitectura combina estilos paleocristiano, barroco y renacentista, y alberga reliquias como la Sagrada Cuna y los restos de San Matías y San Jerónimo. Este lugar ha sido un punto de peregrinación para millones de fieles a lo largo de los siglos.
El Papa Francisco tenía una profunda devoción por la Virgen Salus Populi Romani, a quien visitaba con frecuencia durante momentos clave de su pontificado. Su tumba, ubicada entre la Capilla Paolina y el mausoleo de la familia Sforza, refleja su deseo de sencillez, con una lápida de mármol blanco y una réplica de su cruz pectoral en plata.
A partir del domingo, la Basílica abrirá sus puertas para que los fieles y turistas puedan rendir homenaje al Papa Francisco. Este gesto busca mantener vivo su legado de humildad y cercanía con el pueblo. La accesibilidad del templo, ubicado en el Esquilino, una de las siete colinas de Roma, facilita la llegada de visitantes de todo el mundo.
Además de su importancia religiosa, Santa María la Mayor es un tesoro histórico y cultural. Sus mosaicos, frescos y esculturas son testimonio de la rica herencia artística de Italia. Los visitantes pueden explorar sus capillas y admirar el icono mariano que tanto significó para el pontífice.
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La sepultura del Papa Francisco en este templo marca un hito en la historia de la Iglesia Católica, siendo el primer pontífice enterrado fuera del Vaticano desde León XIII en 1903. Este acto refuerza la conexión entre el Papa y el pueblo, simbolizando su compromiso con los más necesitados.