La inflación anual de México registró un aumento inesperado al inicio de abril, acelerándose al 3.96%, por arriba de lo estimado del 3.85%.
Sin embargo, este sorpresivo salto mantuvo el indicador aún en el rango objetivo del banco central previo a la reunión de tasas de interés de los responsables de la política monetaria a realizarse en mayo.
La inflación subyacente, que no incluye alimentos y combustibles, subió a 3.9%, cuando en marzo fue de 3.72% en marzo. El objetivo del banco central es una inflación del 3% con un rango de tolerancia de más o menos un punto porcentual.
Habrá que esperar al cierre de abril y ver la decisión del Banxico respecto a otra posible reducción a las tasas de interés a corto plazo.