Adela, querida:
¡Qué maravilla! ¡Nueve lustros ya! Recuerdo mi primer encuentro con Jesús en sus primeros años al fundar el Semanario, y su entusiasmo y compromiso por informar objetivamente a pesar de las circunstancias, tormentas y turbulencias, siempre haciendo honor a ser “Libre como el Viento”.
Tuve el gran privilegio de que Jesús me haya distinguido con su amistad, de acompañarle a recibir sus premios y reconocimientos internacionales y de que me llamara cariñosamente por el sobrenombre que seleccionó para mí, “El 911”, pues decía si alguna empresa o personaje transitaba por una crisis, había que llamarme y contratar a mi firma de relaciones públicas.
Tuve el gusto de conocerte a través de él y he visto tu extraordinario crecimiento y desarrollo profesional y también he tenido el privilegio de acompañarte en algunas ocasiones a recibir tus reconocimientos internacionales. Has realizado una gran labor, muchas veces como el nado del salmón, contracorriente; y a pesar de las dificultades que ello implica has logrado que ZETA siga “Libre como el viento”.
Hoy, poco más de cuatro décadas después, el legado de Jesús continúa gracias a tu excelente trabajo al frente de ZETA junto con René y el extraordinario equipo que conforma este importante Semanario de renombre y reconocimiento internacional. Reciban tú, René, Rosario, Gabriela, Ramón, Jesús y Paty, así como todo el personal, mis felicitaciones por estos 45 años de un trabajo profesional que nos permite a los bajacalifornianos y más allá de nuestras fronteras estar informados gracias a un periodismo profesional y de investigación.
¡Enhorabuena ZETA, por su cuadragésimo quinto aniversario!
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Cálido y fuerte abrazo.
Atentamente,
Jorge D’Garay, relacionista público.