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martes, abril 8, 2025
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Dragón amarillo desploma producción de naranja en BCS

Productores sudcalifornianos se enfrentan a una problemática de salud que ha golpeado directamente a uno de los cultivos que mayor beneficio económico deja para la entidad: la naranja.

Y es que la plaga conocida como “dragón amarillo” ha ocasionado una desaceleración en la producción de este cítrico, así como un desplome en el tonelaje que se cosecha año con año.

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Productoras como Elena Avilés, en el Valle de Santo Domingo, comentan que la situación ha golpeado y que los agricultores se han visto obligados a buscar estrategias para que las plantas resistan lo más posible ya que no hay cura para esta enfermedad.

“El Valle de Santo Domingo es donde más naranja sacamos en toda la Baja; somos cientos de rancheros y dueños de huertos los que estamos acá levantando la producción, y este bicho sí ha sido un problema que cada año lo vemos más fuerte”, compartió.

Los cálculos no son exactos, pero productores como Elena comentan que en el caso de las huertas citricultoras se observan pérdidas de hasta la mitad del tonelaje de naranja por cada hectárea.

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El diputado de Morena, Venustiano Pérez Sánchez, ha sido quien ha traído el tema a tribuna en la XVII Legislatura del Congreso del Estado, recalcando que es un tema que ha puesto al sector en una verdadera crisis, no nada más en Baja California Sur, sino en todo el país y parte del mundo.

“Si ustedes analizan por qué todos los productos cítricos como limón, naranja, toronja, se elevaron los precios es porque la enfermedad está afectando de manera muy fuerte a la producción. Han bajado las producciones por hectáreas y obviamente esto genera escasez de críticos y aumenta el precio porque esta enfermedad, hasta ahorita que se descubrió y se presentó y se hizo un problema fitosanitario en todos los predios, prácticamente ha generado el problema porque no hay cura”, declaró en entrevista para ZETA.

En el Valle de Santo Domingo están con una afectación considerable, lo que ha obligado a los productores a retomar esfuerzos con seminarios para el manejo de árboles contagiados con el dragón amarillo.

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“Se está trabajando en el Valle y en todas las partes del país donde tenemos este problema para poder mitigar en algo, mientras posiblemente llegue una cura para árboles de cítricos y tener de nuevo una buena producción”, dijo.

Sin embargo, no se vislumbra una cura para pronto, por lo que se encuentran creando barreras de resistencia con tratamientos de nutrición en la siembra para mitigar efectos o retrasarlos.

“Estamos la verdad preocupados en el Valle, donde está en riesgo; donde de alguna forma si no se contiene o no se controla, la escasez de naranja seguirá en Baja California Sur y el país. Se está abriendo un nicho de necesidades para nuevamente plantar árboles”, añadió.

Ante la preocupación, en representación de productores, ha hecho llamados a autoridades de Sanidad Animal, Vegetal y Acuícola para que tengamos cuidado en la entidad.

Acusó que existe una vigilancia laxa -muy “light”-, pese a las condiciones insulares de Baja California Sur que podrían permitir un buen control en los puntos de acceso.

Precisamente es ahí donde observa el legislador una falla: el dragón amarillo llegó a la entidad y no se pudo controlar por la falta de estrategias en el ingreso de plantas y frutas, que es por donde entró el vector de la enfermedad.

“La única salida que tenemos los citricultores son los cuidados del árbol por la enfermedad y paliativos para ver si en un futuro cercano llega la cura del árbol, pero es preocupante porque está en riesgo la citricultura de alrededor de seis mil, siete mil hectáreas en Baja California Sur”, sentenció.

Tomando testimonios de productores en el Valle de Santo Domingo, presentó las siguientes cifras: de una huerta de 25 toneladas por hectárea, la producción se desplomó prácticamente a la mitad, lo que golpea la rentabilidad económica.

Si no hay la producción y calidad de naranja que se espera, también cae el precio, lo cual se refleja en el mercado.

“El precio está muy elevado, ya no ha bajado el precio de la naranja y los limones porque es parte del problema que ha generado la enfermedad”, comentó.

El precio puede variar entre los 20 y 30 pesos por kilo según el tipo de naranja (con o sin semilla), pero en esta temporada se llegó a encontrar en fruterías y tiendas de conveniencia hasta en 50 pesos por kilo.

 

José Alfredo Bermúdez Beltrán, Titular de Sepada, Foto: Cortesía

PRODUCCIÓN ESTATAL SE REDUJO UN 15%: INVESTIGADOR

En entrevista para ZETA, Fernando de Jesús Carballo Méndez, profesor investigador del Departamento de Agronomía de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), expuso todo el contexto en el que se encuentra la entidad frente a este problema fitosanitario.

Explicó que en la entidad se siembra, en términos generales de cultivos, alrededor de 40 mil hectáreas, de las cuales tres mil 500 de esa superficie corresponde a cítricos y de ese porcentaje el 98 por ciento son naranjas, un poco de limón y de tres a cuatro hectáreas de mandarina.

La naranja en el Estado es el quinto cultivo con mayor superficie sembrada, es un cultivo bastante importante por el trabajo que se genera y el recurso que se invierte y por el valor de la producción.

A nivel nacional, Baja California Sur está relativamente bien posicionada, en el lugar 11 de producción de este cítrico.

“Dentro de los problemas que hay, que digamos son cotidianos, algunas plagas como moscas, pulgones, algunas enfermedades, particularmente hay una enfermedad que se llama Huanglongbing o HLB, también conocido como dragón amarillo, que es bastante importante en este momento”, detalló

Esta enfermedad es ocasionada por una bacteria que se llama candidatus liberibacter, transmitida a la planta por un vector que se llama diaphorina citri, la cual es una plaga común.

“Ha ocasionado que se presente un problema bastante importante; el problema es que esta plaga empezó a transmitir esta bacteria y a generar esta enfermedad. El HLB es considerada una de las enfermedades más devastadoras en los cítricos porque hasta el momento no hay una cura para poder manejar las plantas infectadas; si ya está infectada, esa bacteria no se va a eliminar del árbol”, aseveró.

De los 24 estados que producen naranja, todos tienen presencia del dragón amarillo; se estima que entre el 15 y 17 por ciento de la superficie nacional que se implementa para siembre y cultivo de este cítrico tiene la enfermedad en diferentes grados.

Asimismo, constató que los árboles pueden reducir hasta en su totalidad la producción de naranja, lo que obviamente impacta en aspectos económicos como alimenticios.

Mencionó que también existe una situación ha permitido que esta enfermedad haya incrementado su presencia en donde hay mayor citricultura que es el Valle de Santo Domingo, con factores climáticos que favorecen la propagación, ya que predomina un clima relativamente cálido y seco.

Por ello enfatizó que entre más insectos haya, habrá más posibilidad de que algún individuo tenga la bacteria y lo comience a transmitir al succionar savia del árbol.

“En este escenario, el investigador expone que no se han implementado muchas estrategias preventivas respecto a la presencia de este vector; además, en ocasiones los productores e inclusive las personas que manejan plantas no tienen un manejo adecuado y puede movilizar plantas que están infectadas, lo que incrementa la posibilidad de transmisión”, detalló.

Reiteró que el HLB es una enfermedad que no tiene cura, pero hay estrategias que se implementan para el control o para evitar la infestación de estos árboles, como controlar el vector, ya que si se mantiene a raya el insecto transmisor, se reducirá la posibilidad de que la bacteria llegue al árbol.

De la misma forma, se puede implementar el control químico o biológico, con depredadores que evitan que la plaga siga creciendo.

Es así que, con respecto a las afectaciones hablando de rendimiento y calidad, Carballo Méndez menciona que se registra una reducción de la producción de alrededor del 15 por ciento en Baja California Sur.

“Ahí se involucran otros factores, como la calidad; en nuestra zona lo que se ha hecho al detectarse esta enfermedad es eliminar árboles, lo que obviamente impacta mucho en la producción: no hay árbol, no hay producción”, precisó.

¿Qué viene para el futuro en este escenario? Para el profesor investigador hay áreas de oportunidad que pueden ayudar a desarrollar estrategias para mejorar el control del vector, mientras que, hablando de situaciones biológicas y químicas, puede haber una mejora en los sistemas de producción de plantas certificadas, así como en las características de las plantas, generando mayores resistencias.

Venustiano Pérez, diputado, Foto: Cortesía

EL IMPACTO ES SERIO: SEPADA

El titular de la Secretaría de Pesca, Acuacultura y Desarrollo Agrónomo (Sepada), José Alfredo Bermúdez Beltrán, informó que en 2015 fue detectada esta enfermedad en huertos comerciales en el municipio de Comondú, la zona más importante de citricultura en Baja California Sur.

Para 2019 se esparció y, a partir de ahí, iniciaron una campaña fitosanitaria que opera el Comité Estatal de Sanidad Vegetal para atender el tema.

Coincide con académicos y productores que lo grave es que no hay forma de curar el dragón amarillo, por lo que la planta muere después de seis u ocho años de ser infectada.

Por ello señala que los productores deben estar atentos, y cada semana (o cada 10 días) deben estar asperjando con jabón agrícola o con químicos que no sean muy caros, así como una red de trampeo en todas las huertas y un excelente manejo agronómico.

Todas las plantas que se detecten como infectadas deben ser arrancadas y quemadas e ir sustituyendo plantas enfermas por sanas.

“En El Valle hay más de cinco mil hectáreas, el impacto económico es serio porque reduce la producción. Tenemos una producción que supera las 50 mil toneladas y un valor de la producción que supera los 650 millones de pesos; los empleos también son importantes, más de 20 mil empleos de los cuales siete mil son directas”, detalló.

“Es un tema que se atiende en una campaña de emergencia en todo el país, no únicamente en Baja California Sur; es un tema nacional delicado”, insistió.

Pese a que hay alertas entre el sector, el funcionario recalcó que no es el único problema que deben atender, ya que hay otras plagas, como la mosca prieta de los cítricos, que ya causan daños en la región sudcaliforniana.

Reconoció que evidentemente la producción no es la misma ya que por hectárea, si una huerta daba 40 toneladas, al día de hoy ya bajó a 30.  Asimismo, calificó que los precios de naranja han sido históricos, donde a pie de huerta ha alcanzado hasta los 28 pesos el kilo.

“…Nunca antes visto, pero esto se debe a que muchas huertas de todo el país están infestadas y la afectación directa es que la productividad baja hasta más de la mitad. Por esa razón ustedes ven en las tiendas que los cítricos están por las nubes”, declaró.

El secretario constató que las últimas dos cosechas (2023-2024) han superado las 50 mil toneladas; sin embargo, según datos oficiales del Gobierno del Estado para 2023 proyectaban una producción de 70 mil toneladas.

De las 50 mil toneladas que salen del Valle de Santo Domingo al mercado nacional, una gran parte se va al mercado de abastos de Guadalajara y otra parte al mercado local de La Paz y Los Cabos.

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Autor(a)

Gilberto Santiesteban
Gilberto Santiesteban
Reportero sudcaliforniano, egresado de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS). Me dedico sobre todo a dar voz y cobertura a las causas ciudadanas en mi estado. Ante todo creo en la libertad de expresión y la libertad de prensa, incluyendo las responsabilidades y retribuciones que estas conllevan.
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