Tras dos meses de tensión entre el Sindicato Salinero y directivos de la Exportadora de Sal (ESSA) en Guerrero Negro, se han dado los primeros avances en el diálogo entre las partes, sin embargo, esto sólo permitió retrasar el emplazamiento a huelga.
Lo anterior luego de un encuentro entre la parte patronal y representantes sindicales ante autoridades del sistema de justicia laboral, sin embargo, la posibilidad de huelga sólo se ha aplazado más no ha sido eliminada.
El secretario general del Sindicato Salinero de ESSA, Luis Martín Pérez Murrieta, precisó que esta prórroga es de dos meses, plazo en el que esperan que los directivos de la salinera más grande del mundo cedan ante las peticiones de la base trabajadora.
Cabe recordar que desde enero de este año, más de mil 300 trabajadores iniciaron una movilización para denunciar diversas irregularidades, acusando violencia laboral y atropellos al contrato colectivo por parte del director general, Moisés Poblanno Silva.
En una audiencia con autoridades del Tribunal Laboral, asegura el líder sindical, los directivos se negaban a reconocer las violaciones y abusos laborales que han denunciado, como el supuesto intento de desaparecer las horas extras.
No obstante, tras 14 horas de reunión, la empresa admitió que sí había violaciones al contrato lo que procedió a plasmarse en un documento; esto, según Pérez Murrieta, fue el primer paso para ceder con el emplazamiento a huelga.
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“Firmamos empresa y sindicato un convenio, donde a la empresa le queda claro cómo tiene que darle el tratamiento a las cláusulas que estaba violando”, dijo.
Estos 60 días de pausa para el emplazamiento a huelga servirán para que el Sindicato Salinero proceda a consultar con la base trabajadora los acuerdos que se obtuvieron en esta audiencia ante el Tribunal Laboral.
Pérez Murrieta subrayó que todo quedará en manos de los sindicalizados de ESSA, a través del voto decidirán si aceptan los primeros tratos, de no ser así, continuarán con el emplazamiento.
Por su parte, Moisés Poblanno ha insistido en que es necesario que se implemente una estrategia en la aplicación, pago y uso de las horas extras en la empresa.
Al inicio del conflicto, declaró que esto no afectaba al contrato colectivo ya que, asegura, sólo pedían un orden en la distribución ordenada del tiempo adicional en que laboran la plantilla.