Rafael Caro Quintero, alias “El Príncipe” -de 72 años de edad, cofundador del Cártel de Guadalajara, el primero que hubo en México, junto a Miguel Ángel Félix Gallardo, “El Padrino”, y Ernesto Fonseca Carrillo, “Don Neto”-, comparecerá, a las 11:30 horas del 18 de abril de 2025, ante el juez Frederic Block, en la Sala 3-C, de la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York, para evaluar un “posible conflicto de intereses” y analizar la “situación” de su equipo de defensa.
El 26 de marzo de 2025, durante una audiencia de revisión, Block había dado 90 días a la Fiscalía de Estados Unidos, para definir si pedirían la pena de muerte para el capo sinaloense. Además, le designó una nueva abogada de oficio, Elizabeth Macedonio -que se sumó a Michael Vitalino-, e instruyó que se presentara un informe financiero del acusado para determinar.
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Primero, si el capo sinaloense mantendría una defensa pagada por el Gobierno de EE. UU., y, después, si la Fiscalía estadunidense así lo determinaba, si se asignaría a otro litigante, para representarlo por un caso de pena capital, o de muerte.
Asimismo, Block determinó que el 25 de junio de 2025 se llevaría a cabo la próxima audiencia. Caro Quintero estaba acusado de cuatro delitos: dos de narcotráfico internacional, uno de empresa criminal continua y del asesinato de Enrique “Kiki” Camarena, agente especial de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).
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Sin embargo, en una moción que se conoció el 7 de abril de 2025, el juez, sin otorgar mayores detalles, señaló que se debía resolver el tema de la defensa del capo sinaloense. Asimismo, asignó a un tercer abogado, Donald Dennis DuBoulay, como asesor, en caso de que debiera modificarse la defensa de Caro Quintero.
Además, Block urgió a la Fiscalía de EE. UU. a entregar, a más tardar el 17 de abril de 2025, los resultados de la investigación financiera iniciada respecto a los recursos financieros con los que contaba Caro Quintero, a fin de determinar cómo se iban a cubrir los honorarios de la defensa del capo sinaloense. El juez insistió en la necesidad de que el acusado contara con un buen equipo legal, debido a que su vida estaba de por medio.
