“Nuestra ayuda no es incondicional si no respetan objetivos”, dijo Scott Bessent, secretario del Tesoro, en un mensaje dirigido el 22 de abril, en el marco del foro del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) celebrado en Washington, al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial, instituciones a las cuales el alto funcionario del gobierno de los Estados Unidos acusó de desviarse de su objetivo principal.
“La Administración de (Donald) Trump está dispuesta a colaborar con ellos siempre que se mantengan fieles a sus misiones. Y, con el statu quo, se están quedando cortos. Las instituciones de Bretton Woods deben dar un paso atrás en sus agendas dispersas y desenfocadas, que han frenado su capacidad para cumplir con sus mandatos fundamentales”, continuó Bessent.
En concreto, el tesorero estadounidense señaló que el Fondo “dedica una cantidad desproporcionada de tiempo y recursos a cuestiones sociales, de cambio climático y género. Estos temas no son la misión del FMI”.
“Estamos abiertos a las críticas, pero no toleraremos que el FMI deje de criticar a los países que más lo necesitan, principalmente a los países con superávit”, sentenció.
Y remató advirtiendo que el FMI debe denunciar a países como China, por lo que llamó a sus políticas “distorsionadas a nivel mundial y prácticas monetarias opacas durante décadas”.