En menos de seis meses, cuatro de siete municipios de BC realizaron cambios en nombres y estrategias de seguridad, además del nombramiento de Laureano Carrillo como secretario de Seguridad Ciudadana
En días pasados, la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda presumió una reducción del 18 por ciento en torno a la incidencia delictiva de compararse con el primer mes del año pasado, lo cual consideró como un avance en el combate a la inseguridad que prevalece en la mayoría de los municipios.
Uno podría pensar que las cifras alegres representan un avance en la estrategia de seguridad que ya lleva tres años ejecutándose en Baja California, la cual trascendió el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y ahora se opera a través de la visión de Claudia Sheinbaum Pardo.
Por contradictorio que parezca, los resultados positivos en seguridad no se deben a una estabilidad dentro de las corporaciones policíacas del Estado, pues en menos de seis meses, cuatro de los siete municipios de BC se han visto obligados a cambiar de mandos de primero y segundo nivel, sin mencionar la salida del secretario de Seguridad Ciudadana, Leopoldo Tizoc Aguilar Durán, hace apenas un mes.
El martes 11 de marzo se oficializó la renuncia del secretario de Seguridad Ciudadana de Tijuana, Juan Manuel Sánchez Rosales, luego de una discreta labor de poco más de cinco meses al frente de la corporación.
La imposición de Sánchez Rosales fue cubierta por el mismo mecanismo autoritario del Gobierno de México, desde donde se nombró al sucesor, José Alejandro Avilés Amezcua.
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En Mexicali, la semana pasada, el subdirector de la Policía Municipal, Alejandro Lora Torres, renunció a la Subdirección Operativa de la corporación. Pese a que Luis Felipe Chan intentó desmentirlo, argumentando que sólo tomó unas vacaciones, la realidad es que el ex funcionario y policía de carrera no soportó las grillas internas y decidió hacerse a un lado y volver a la tropa.
Marina Calderón, quien prácticamente provocó una revolución en el municipio de Tecate, pues al mismo tiempo que despotricaba contra agentes y mandos se decía perseguida y en riesgo por el cargo que ostenta, finalmente tuvo que dejar el puesto para cederlo a José Luis Sarmiento Monge, proveniente de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
Y sí nos vamos más atrás, recordamos la salida de Martín Álvaro Alva Urías, de quien se dijo, fue removido por no acreditar los Exámenes de Control y Confianza, abriendo la puerta al ingreso de Alejandro Monreal Noriega a la Dirección de la corporación ensenadense.
¿Cómo explicar la reducción -en números- de la incidencia delictiva cuando cuatro de los siete municipios se vieron obligados a mover piezas de relevancia en materia de seguridad? ¿Están funcionando o fallando? ¿La reducción de la incidencia delictiva se debe a la estrategia, o depende del humor de los grupos delictivos para perpetrar más o menos crímenes durante un mes?
Baja California se dirige al cuarto año de gobierno ubicándose en los primeros lugares a nivel nacional en materia de homicidios, con 173 asesinatos perpetrados en enero de 2025, a lo que se agregarían dos feminicidios más, mientras 2024 cerró con 2 mil 090 y 37 feminicidios.