El pensamiento crítico le dio a Audry Bustos Díaz (Audry Funk) las herramientas para “reflexionar todo lo que nos atraviesa, y suceda afuera”. En medio de la promoción de su último material discográfico, “Upsilon Scorpii”, la cantautora y activista compartió con ZETA el proceso de creación musical en medio de movimientos sociales y exigencias de la industria.
Como mujer mexicana migrante inmersa en la cultura underground, Audry lo tiene claro: “Culturalmente siempre nos enseñan a que nos tenemos que callar todo; ser muy recia, callada y soportar. Es muy doloroso”, por lo que “el poder explotar, sacar todo, me parece que es hasta terapéutico al alma y cuerpo, hablar de lo que nos atraviesa y duele, para nuestras generaciones es como sanar el dolor de nuestras ancestras que no pudieron hablar mucho; para mí eso es como otra gran batalla”, en la que ha sido muy abierta y expresiva en una discografía independiente que incluye “Verso… luego existo” (2015), “Autogestión y Resistencia” (2017), “40ntonas y sabrosas” (2024) y “Upsilon Scorpii”.
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Reconociendo que le emociona “que la gente elige en el mar del algoritmos escucharme, es invaluable”, sobre todo en el hip-hop, género “que a lugares donde llega, es abrazado por toda la cultura, es bien noble; llega como para ayudar a resanar este giro social”, donde ella ha sido muy expresiva respecto a su lucha social de prevención de la drogadicción y delincuencia, hablando de la realidad que le atraviesa.
Una en la que “el sueño americano no existe, no todo el mundo tiene las mismas oportunidades”, y donde ha encontrado en la lucha anti gordofobia “algo que me ha venido como a sanar mucho el espíritu, hacer colectividad con otras mujeres gordas que también están politizadas, me ha salvado el espíritu”, reiteró Audry Funk.
