En el marco del Día Internacional de la Mujer, este sábado 8 de marzo, Ericka Medina protestó contra la violencia obstétrica que experimentó dentro del Hospital Materno Infantil al ser despojada de su bebé por un antidoping erróneo.
Ericka dio a luz a su quinto hijo, el 2 de enero, de manera inesperada, pues iba a una consulta regular. Durante el parto, le realizaron una prueba de antidoping, según narró, sin su consentimiento, la cual salió positiva a marihuana para ella y en metanfetamina para el bebé. Sin embargo a la segunda prueba, salieron negativos.
“Mi motivo de la manifestación es porque sufrí violencia obstétrica por parte del personal del Hospital Materno Infantil. Estoy alzando mi voz para que más madres no pasen por lo mismo y que no se dejen, que no porque sean médicos tienen el derecho de tratarte mal en un momento que se supone que tiene que ser muy especial por dar a luz a tu bebé”, compartió.
Según compartió, protestó para que no se normalice la violencia obstétrica, porque incluso las mamás normalizan el tener que aguantar el maltrato de los doctores, de los enfermeros, y el resto del personal médico.
Tras la prueba positiva, su bebé fue retirado por el DIF, pues el reporte fue levantado antes de que se realizará la segunda prueba. Tras tres días y un proceso jurídico pudo recuperar a su bebé; sin embargo, no bajo su cuidado, sino el de su cuñado, pues continúa bajo investigación.
“Las autoridades no se han comunicado con nosotros, aún soy imputada”, dijo.
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Y agregó: “dar tu confianza en personal que te atenderá en un momento especial y que al contrario recibas violencia, te denigren, era como una investigación mi cuerpo en ese momento, además de que me hicieron una cesárea cuando no era necesaria que me la realizarán”.
Finalmente reiteró que se manifestaba por todas la víctimas de violencia obstétrica en Tijuana, y el resto del país, para que no se queden calladas y accedan a un parto digno.