La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) -institución de la Iglesia católica, conformada por obispos mexicanos colegiados, que realiza funciones pastorales- condenó, el 18 de marzo de 2025, el asesinato de ocho jóvenes religiosos y nueve personas heridas, en la comunidad de San José de Mendoza, del municipio de Salamanca, Guanajuato.
Alrededor de las 20:00 horas del domingo 16 de marzo de 2025, un grupo de hombres armados descendió de una camioneta y disparó contra un grupo de jóvenes -miembros de la Pastoral Juvenil de la Parroquia de San José de Mendoza-, que se encontraban reunidos en una cancha de usos múltiples, organizando las festividades de Semana Santa.
El ataque dejó un saldo de siete personas muertas en el lugar y uno más falleció mientras recibía atención médica. Los jóvenes asesinados fueron identificados como Bruno Jesús, Miguel Ángel, Daniel, Juan Flavio, Fernando, así como los adolescentes con las iniciales A.R.H y E.Y.V.R. El ataque dejó también nueve heridos, entre ellos un niño de nueve años de edad, que fue alcanzado por las balas mientras pasaba por el lugar.
Algunos de los heridos fueron trasladados en vehículos particulares y por la Cruz Roja, para recibir atención médica. En el lugar del ataque, las autoridades locales encontraron al menos 50 casquillos percutidos de arma larga, Además, los disparos impactaron la fachada de la parroquia y negocios aledaños.
“Los obispos de México estamos profundamente indignados por el artero asesinato de ocho jóvenes, en cuyo grupo había integrantes de la pastoral juvenil de la Parroquia de San José de Mendoza en Salamanca, Gto. Nos sentimos conmovidos por el dolor que esta tragedia ha provocado a sus familiares y amigos”, expresó la CEM, en un comunicado, en el cual también indicó que, no obstante, muchos jóvenes más habían muerto por culpa de la delincuencia organizada.
“Este hecho nos hace reflexionar en la violencia que azota a nuestra nación, la cual se ha vuelto un cáncer para nuestra sociedad. La delincuencia presume impunidad, manifiesta el desprecio por la vida y hace imperar la inseguridad en nuestros espacios vitales comunitarios”, señalaron los miembros de la institución religiosa católica.
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“Esta realidad hiere el corazón de todos los mexicanos, nadie puede sentirse fuera de ella. Es momento de unirnos y asumir cada uno nuestro compromiso por la paz en nuestro país”, enfatizó la CEM, cuyo presidente es el monseñor Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey, Nuevo León.
Asimismo, la Conferencia del Episcopado Mexicano exhortó a todos los ciudadanos y autoridades a asumir su responsabilidad en la construcción de la paz, dejando de lado intereses personales o partidistas.
“Hacemos un llamado a todos los ciudadanos, a las autoridades en sus tres niveles: municipal, estatal y federal; a los jueces, magistrados y ministros; a los legisladores, a la sociedad civil organizada, a los empresarios, comunicadores y a todas las comunidades que persiguen la construcción del bien común, para asumir cada uno nuestra responsabilidad con valentía y compromiso por México”, solicitó la CEM.
“Basta ya de intereses personales o partidistas, formemos un frente común, vivamos la solidaridad que tantas veces nos ha caracterizado ante las tragedias que enfrentamos, y combatamos la delincuencia y la falta de justicia que hace sangrar nuestra patria y trunca el sueño de miles de nuestros jóvenes”, abundaron los obispos.