Alevosía y ventaja es lo que cometen algunos al elaborar mis reportes de partes policiacos al llenarlos con plumas de tinta borrable, y lo siguen haciendo, aun y cuando le denuncié al director de seguridad pública, a la presidenta de Ensenada en enero 2025 y más autoridades, con ello favoreciendo a los denunciados, lo cual “Es grave abusar del poder conferido”, título de una de mis pancartas exhibidas en presidencia, comandancia, fiscalías y más (les anexé dos copias que tengo y obran en el jurídico de seguridad pública expedidas por su titular en esa fecha). Asimismo al Semanario ZETA adjunto otra copia más que no deja lugar a dudas: están borrados los renglones 7 y 8, de por sí ladrones y delincuentes gozan de más garantías que los ofendidos y víctimas; todo abogado sabe que cualquier documento u contrato firmado, si le borran parte del mismo y, lo que es peor, si le agregan palabras que yo no dije cuando les firmé, es fraude; y más aun tratándose de documentos oficiales. De la misma manera, les solicité investigaran quién los borra; nunca los investigaron ni me contestaron.
Privilegios de invasores de vivir en Ensenada
A inicios de mi construcción en calle Matamoros no. 231 de la Colonia Independencia, encontré mi propiedad invadida por un sujeto llamado Gonzalo N. y su familia, dificultando mi construcción (le solicité a las autoridades que dicho sujeto les presentara su permiso de construcción y su número de nomenclatura oficial pagado, pero nunca lo hicieron. En un tiempo no pagó a tiempo la franja amarilla de estacionamiento exclusivo). Iniciaron con amenazas de muerte, y al ver la impunidad, continuaron; suman tres amenazas, agresiones verbales, insultos hacia algunos de mis trabajadores. Denuncié ante “preventivos” y les favorecieron, abusos de autoridad contra el suscrito con dos denuncias penales, en fiscalías por igual, expedientes sin integrarlos bien, dos de ellos los mandaron al archivo muerto que el juez penal se los regresó al M.P. El cabecilla de la banda, reside en esa vecindad, a 75 metros.
Al ver la impunidad suman seis robos, allanamientos, y más… en mi primera denuncia penal, el ministerial Víctor Castelo Duarte, el 24 octubre 2023 que me “entrevistó” por amenaza de muerte de Guadalupe N., le di nombres y teléfonos de cinco de mis trabajadores que fueron testigos, pero sólo “entrevistó” a David N., que cuenta con un historial de fichas policiacas y que él mismo se autoincrimina con las falsedades declaradas, al decir: “yo sé que él (el suscrito) no me va a defender, es testigo; al declarar la verdad nadie lo tiene que defender”. Me dijo: “A este yo lo conozco, yo lo metí a la cárcel por narcomenudeo”. “Declaró” falsedades totales, incurriendo en delitos que el AEI se prestó a ello, favoreciendo a la parte imputada, a David N.; yo lo he visto varios domingos platicando con esa familia.
La amenaza ocurrió en agosto 2023: a otro testigo que continuó trabajando conmigo hasta el 4 de marzo 2024, día que me suspendieron la construcción, nunca lo entrevistó; pretextan que tienen un montón de expedientes. Cómo no van a tener si cada día aumentan los delitos por no prevenirlos, no investigarlos debidamente, y ministerios públicos no hacen bien su trabajo, todo ello por la falta de vocación y ética.
Al ver la impunidad total en todo su esplendor el vecino de la casa azul, al parecer se presta para que allanen mi propiedad.
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Por denuncias infundadas, arbitrariamente el ayuntamiento me suspendió la obra en construcción y selló por tres meses. Al estar cerrada y abandonada, al no haber rondines “preventivos” de quien se supone deben proteger lo que el ayuntamiento suspende, que tal vez ayuntamiento nunca solicitó esos rondines, y nunca denunció penalmente como era su deber el rompimiento de esos sellos (lo cual es grave esa omisión), yo sí denuncié, y al parecer quedaron impunes los delincuentes, privilegio de malhechores de vivir en Ensenada. (Tal vez algunas personas dirán “Señor, ¿qué se queja?, vea al interior del país cómo está”. Yo les contesto: Mal de muchos, consuelo de tontos).
Construcciones irregulares sin permisos; por eso la ciudad está hecha un desastre
El cabecilla de los ladrones, llamando Juan N. (con un historial de fichas policiacas), en el primer robo (no lo denuncié) recuperé mi herramienta: una sierra eléctrica que empeñó en una casa de empeño ya que no les piden datos ni de propiedad de lo empeñado, fomentando indirectamente la delincuencia. A los diputados de Baja California les solicité en la edición No. 2646 de ZETA regularan eso, pero ni siquiera contestaron. Veo que no les importa la ciudadanía. El cabecilla vive en una vecindad a 75 metros de mi propiedad, en la cual al parecer introducen todo lo que roban en la ciudad, y los ministerios públicos de robos no solicitan orden de cateo. Autoridades superiores deben investigar por qué no solicitan esa orden, ya que suman cuatro denuncias señalando a los mismos presuntos ladrones y no hacen nada. Incluso hasta el dueño del vehículo que utilizan para los saqueos lo he visto ahí; le mostré la fotografía a la jefa de grupo de robos AEI, quien me dijo: “mándesela por WhatsApp al agente”; no lo hice ya que el agente debe de investigar, y si pasara regularmente por esa vecindad vería dicho vehículo estacionado, o ir conmigo por la fotografía, pero no fue.
Los saqueos suman más de 45,000.00 pesos; además investigar quién o quiénes son los propietarios de esa vecindad con privilegios: en 2024 construyeron otro cuarto más cerca de la banqueta, le denuncié verbalmente al mismo inspector de Ecología y Desarrollo Urbano que me suspendió la obra en construcción, él debió requerir permiso de construcción ya que eso es por oficio, no necesita denuncias, pero nunca. Ese cuarto está terminado sin pagar ningún permiso, tal vez por eso los ladrones se sienten protegidos. Hasta un “guardia de seguridad” que vive en esa vecindad está involucrado; les llevó una escalera para que saquearan mi propiedad. Los AEI deberían investigar a los presuntos; pretextan que no encuentran a ninguno de los imputados, pero yo seguido los veo en esa vecindad.
AEI no investigan; entrevistan sólo a vecinos
Sabiendo que Ensenada es una de las ciudades más apáticas que ni siquiera llaman a la policía anónimamente en un robo en proceso, menos van a decir lo que todos saben de esos pandilleros. ¿Los AEI no lo saben? Sólo “entrevistan”. Entonces que cambien la I por la E, con ello favoreciendo a los delincuentes. La apatía ensenadense no es nueva, desde el año 2014 sólo por denunciar cinco domicilios fiesteros continuos cercanos que tengo en mi domicilio, calle Zaragoza No. 176 la ciudadanía apática totalmente; no llamaron al C4 ni anónimamente por las “fiestas” escandalosas continuas prolongadas por más de 12 horas, ni por escuchar en varias cuadras a la redonda explosiones de cohetones que me lanzaron al interior de mi propiedad, además de despedazarme varias cámaras de seguridad con rifles de postas y más… quedando impunes por la corrupción.
En el año 2024 dejé momentáneamente en la banqueta (estaba en el cerco de la casa azul colindante, Ismael N., miembro de la banda) una cubeta con herramientas valuadas en 2,500 pesos; me la robaron, no dije nada del robo. A los pocos días me dijo Ismael N.: “Ya supe quién le robó las herramientas pero quiere 500 pesos para regresarlas”. Le dije: “No pacto con delincuentes, y al robo le voy a agregar extorsión”. Me dijo: “Yo no tengo nada que ver”. Tiempo después el que me entregó las herramientas sin que le diera nada de dinero, fue el vecino de esa caza azul (Carlos Eduardo Valdivia Castro). Con esas acciones reconocieron (el imputado y el cómplice) guardar objetos robados. Se las recibí porque sé que a través de fiscalía nunca las recuperaría.
En 2024 me pasaron con el entonces subdirector de Policía, Jorge Argout; me hizo el favor de estar presente una abogada del jurídico, quien me dijo: “Usted es el que me tiene denunciada a toda la corporación”. Le dije: “No, cómo cree; si son 700 u 800 policías. Le tengo denunciados penalmente por abuso de autoridad a un ex comandante y a cuatro policías”. Me dijo: “¿Sabe usted que soy abogado y criminólogo?”. Le dije: “Ese asunto no lo vine a tratar. El asunto es ¿por qué borran y cambian mis reportes de partes policiacos y son omisos algunos al escuchar amenazas de muerte, si también mi trabajador las escuchó?”. Luego se portó amable y me dijo que fuera el lunes para recoger corregido ese parte policiaco solicitado.
El lunes no estuvo corregido, ya estaba totalmente cambiado de actitud; en la reunión estuvo’ presente la Abogada del Jurídico, el actual comandante de estación oriente, y cuatro policías, a dos de ellos les dije: “Mi trabajador escuchó” y Uds. dos, en su presencia, Gonzalo N. me amenazó: “Si yo tuviera una pistola, en este momento te mato”.
El 14 diciembre 2024, Ismael N., me agredió verbalmente. Vi cuando el de la casa azul de a un lado le permitió pasar, llamé al -911- acudieron dos policías turísticos, les dije: “El agresor se encontraba en esa casa azul”, solicité que si yo le tocaba a la casa azul y salía a la banqueta dicho agresor lo presentaran al juez cívico; estuvieron de acuerdo, en eso llegó un auto patrulla con dos oficiales masculino y mujer (desconozco su nombre), prepotente, agresiva. Me dijo: “Usted es el que cada rato nos habla por cualquier cosa”, y soltó una carcajada secundándola su acompañante; le dije: “A Ud. nunca en mi vida le había visto y si les llamo es cuando es necesario, que para eso están; no voy a perder mi tiempo de trabajo viendo personas como Ud. que no me sirven para nada”. Yo tenía unos escritos con número del reporte al C5 (y los nombres de los de la policía turística), los cuales dejé arriba de una cuatrimoto policiaca junto con mi celular, esa mujer los tomó, sin mi permiso se metió unos pasos dentro de mi propiedad sin mi permiso y los dejó en un peldaño de una escalera de aluminio y me ordenó: “Usted lo que debe de hacer es meterse a seguir trabajando”. El documento de las anotaciones ya no estaba, por lo tanto me lo robó, como se los denuncié oficialmente a las autoridades, (anexo constancia).
Ese día acudieron dos policías más con su uniforme en un auto particular sin placas, ella les dijo que se retiraran, los de la turística cambiaron de actitud; la mala actuación la reporté al C5 y el operador me pidió descripción de la mujer. Me aposté a un lado de la patrulla, le dije: “El operador del C5 tiene brackets en ambas dentaduras”, y ella me dijo: “Dígale también que estoy tatuada (en el brazo izquierdo) y dígale también que tengo las uñas pintadas”. Quedó grabado en el C5 escuchando todo el presunto ladrón; indirectamente -¿o directamente?- los empoderó más.
Después de ese hecho los presuntos ladrones ahora allanan mi propiedad dejando señales que se metieron, cuatro ocasiones (tres denuncias) en menos de dos semanas; al parecer utilizan la casa azul de un lado # 235 con el consentimiento del inquilino, como mensaje: Por más que asegures el frente de calle, no nos vas a detener, estamos en una ciudad sin ley -mejor dicho, algunos funcionarios sin vocación-, seguiremos hasta donde el “desgobierno” nos permita llegar. Recién instaladas las ventanas del segundo nivel, en pleno día con una botella de vidrio rompieron una ventana; acudieron dos policías al reporte, atentos, lo hicieron bien, lo leí, se los firmé, al tratar de recogerlo vi que estaba anotado “con una botella de plástico” luego lo corrigieron.
Gracias al Semanario ZETA edición No. 2653; en la semana que publiqué mis “peticiones” a los regidores, supe que les van a dotar de 80 cámaras corporales con video y audio con G.P.S. (para 700 u 800 policías que son). ¿Existen regidores en Ensenada?, ya que las peticiones que les hice para la ciudadanía de bien; nunca me contestaron, y la regidora Daniela salgado nunca me respondió mi petición verbal de una audiencia. ¿Será que sólo en campaña atienden peticiones y en eso se quedan, solo en peticiones que les hace la ciudadanía?
De cualquier atentado que sufra mi familia, el suscrito, y mis propiedades, responsabilizo al o los malhechor (es) del hecho, a los funcionarios omisos que han dejado crecer primero un problema cívico, que no quisieron solucionar, dejándolo crecer, sumando 13 denuncias penales.
Cuando los policías levantan un reporte policiaco, tenemos derecho a tener una constancia de lo que se les firma, porque al no permitir ni tomar fotografía, se presta que sigan borrando los partes.
Atentamente,
José de Jesús Márquez Pérez.
Ensenada, B.C.
Correo: [email protected]