Si hay un adjetivo con el que siempre han asociado a Los Daniels es “irreverente”, y no por alguna falta de respeto o responsabilidad, sino porque nunca le han tenido miedo a hacer el rock que más dialogue con ellos, como se ha demostrado en una trayectoria de prácticamente 18 años, en la cual Ismael Salcedo (voz), Alfonso Díaz (bajo), Daniel Barrera (guitarra rítmica), Miguel Ángel Ortiz (guitarra) y Rasheed Durán (batería) han impactado en la escena musical por mantenerse audaces y genuinos; así como una relevancia que ha trascendido los años desde aquella primera ocasión en el Festival Vive Latino que los ha llevado por giras nacionales e internacionales.
Pese a haberse iniciado en la hoy extinta red social MySpace, “hace 18 años yo ni internet tenía, me rehusaba a comprarme un celular, no había tecnologías tampoco tan prácticas para hacer música en casa, o era muy caro o tal; componíamos todos juntos, en ese tiempo grabamos con una interfase, con micrófonos prestados, así grabamos nuestros primeros dos discos hasta que después firmamos con Sony Music y entonces hicimos otras maneras de componer, probamos métodos, así como una nueva formación que nos provocó hacer música de diferente manera”, comentó a ZETA el bajista, conocido como “Poncho”, sobre los inicios de la banda.
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Exploración que no ha parado y que justamente se refleja en el octavo disco que Los Daniels se encuentran produciendo, catalogado como un viaje de diferentes sensaciones, tanto en sonidos como lírica. Y no podía tener otro nombre que “Híbrido”, álbum que comenzaron a visionar en 2021 y han ido puliendo a la par de conciertos y proyectos, del cual ya se desprende el sencillo “Deja que ladren los perros” como una muestra precisa de que “nuestra música es ecléctica y todo el tiempo estamos explorando música que no hayamos hecho o que no hayamos explorado mucho todavía”, agregó el músico.
Para Díaz, ser parte de Los Daniels es una fortuna “tener eso en una banda, que puedes hacer lo que quieras: si se nos ocurre hacer jazz mañana, lo vamos a hacer y sin ninguna vergüenza, o cumbia o lo que sea; no nos importa realmente los géneros, sólo son una etiqueta, lo que nosotros estamos haciendo acá es expresándonos libremente como artistas con lo que nos sale, dejar que la música pase a través de nosotros, sin estorbarle tanto y decir ‘es que yo soy del rock…’. Somos de todos lados y está bien”.
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Conciencia que ha funcionado “como auto recordatorio de que seguimos avanzando, seguimos caminando a pesar de los altibajos de la industria y del hate que siempre hemos recibido; al final, como dicen, no hay publicidad mala, sólo hay publicidad”, reconoció.
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EMPEZAR DESDE CERO
Las distintas etapas como agrupación han llevado a Los Daniels hasta las tecnologías actuales, donde producir o componer involucra en ocasiones “mandar mails con información”, como ocurrió durante la contingencia sanitaria por COVID, en que cada uno rebotaba las ideas en la virtualidad, mientras que ahora el proceso es más relajado y lúdico. “Rentamos una casa y tiramos cuatro o cinco ideas y nos vemos en dos o tres meses para hacer algo similar. Un poco más disfrutar el proceso. Nos llevamos nuestro equipo para grabar, y en esos lapsos, en medio de sesión y sesión, mezclamos, vamos viendo qué necesita las rolas”, describió Alfonso.
El regreso de Los Daniels a Tijuana está programado para el 27 de marzo en Black Box, donde Poncho reafirmó: “Nos encanta, siento que la gente de Tijuana responde muy bien cuando vamos al Black Box y este es un show donde estamos tratando de llegarle a la mayor cantidad de gente posible”.
