Existe riesgo de tornados en el mar en la costa de Baja California y el sur de California, según la reciente publicación de Southern California Weather Force. Se advierte que las bajas temperaturas y la presión atmosférica podrían propiciar la formación de trombas marinas, las cuales podrían intensificar las precipitaciones durante la tarde y noche del martes 11 de marzo de 2025.
La región de San Diego, Tijuana y Ensenada, conocida por su clima templado y soleado, no suele asociarse con tornados. Sin embargo, aunque poco frecuentes, estos fenómenos meteorológicos no son imposibles. En los últimos años, se han registrado alertas de tornado en el sur de California y el norte de Baja California, lo que ha generado preocupación entre los residentes y las autoridades.
“Se espera una fuerte divergencia en altura (o ascenso) sobre la zona hoy, antes de que una baja presión en altura se mueva a través de la tormenta Raiden Diamond. A medida que avance el día, se desarrollará una baja presión en superficie frente a la costa del condado de San Diego. Los vientos del sureste en superficie, junto con la inestabilidad atmosférica, generarán cizalladura en baja altura para las mangas marinas, que pueden convertirse en tornados al impactar la costa e incluso continuar tierra adentro en ocasiones”, se lee en el comunicado de Southern California Weather Force.
“También se esperan rayos, granizo y fuertes vientos, junto con lluvias intensas y breves, especialmente entre las 3:00 p. m. y las 6:00 p. m.”, advierte el informe.
Los antecedentes históricos muestran que los tornados en esta región son eventos aislados, generalmente asociados con tormentas severas y sistemas de baja presión que se forman en la costa. En febrero de 2024, se emitió una alerta de tornado para el condado de San Diego, extendiéndose a áreas como Chula Vista y National City. Estos eventos suelen estar acompañados de lluvias intensas, granizo y fuertes vientos, lo que aumenta su potencial destructivo.
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A pesar de su rareza, los tornados representan un peligro significativo debido a la falta de preparación de la población local. Las estructuras en esta región no están diseñadas para resistir vientos extremos, y muchos residentes desconocen las medidas de seguridad necesarias. Además, la rápida formación de estos fenómenos dificulta la emisión de alertas tempranas, dejando poco tiempo para reaccionar.
El impacto de un tornado puede ser devastador, incluso en áreas urbanas. Los daños incluyen la destrucción de techos, ventanas y vehículos, así como la caída de árboles y postes eléctricos. En zonas costeras, las trombas marinas pueden convertirse en tornados al tocar tierra, afectando tanto a comunidades como a ecosistemas locales.
Ante este panorama, las autoridades han intensificado los esfuerzos para educar a la población sobre los riesgos y las medidas preventivas. Se recomienda a los residentes mantenerse informados a través de canales oficiales, buscar refugio en sótanos o estructuras sólidas durante una alerta y evitar áreas abiertas o vehículos en movimiento.