Entre una marea de bailarines de rojo, blanco y azul, Kendrick Lamar emergió de un carro negro en medio del Súper Domo Caesars de Nueva Orleans, para ofrecer el tan esperado espectáculo del medio tiempo del Super Bowl (Super Tazón), disputado entre la Águilas de Filadelfia y los Jefes de Kansas City.
El “Halftime Show” de la edición 59 del mayor evento del futbol americano, patrocinado por Apple Music, fue muestra de cómo aprovechar espacio entre bailarines, cámaras y música tanto para los asistentes a la gran final, como los millones de televidentes.
En un espectáculo muy dinámico, Samuel L. Jackson realizó una intervención estelar como un “Tío Sam” conversando directamente con el público y guiando el performance que a momentos se volvía como un “detrás de escenas” cinematográfico, sobre todo con el juego de luces sobre un set que emulaba un patio de cemento. Además del actor, otras figuras enfocadas fueron DJ Mustard, quien recientemente admitiera que no participaría como invitado musical en el Super Bowl, afirmación que cumplió, al aparecer más como actor, compartiendo el espacio junto a Lamar y generando gritos de emoción con su presencia; de la misma manera, Serena Williams tuvo un protagonismo breve cuando apareció al lado del ensamble de bailarines y la cámara la enfocó realizando el “crip walk” paso de baile que representa a una pandilla de Compton (donde la tenista y el rapero nacieron) y que la jugadora resignificó como su paso celebratorio en su trayectoria.
Entre los temas interpretados por el rapero estuvieron “HUMBLE.”, “DNA.” Y “Alright”; y como previamente ya se había anunciado, la cantante SZA lo acompañó como invitada especial, con quien colaboró en su último álbum y que ahora lo acompañó en las canciones “All the Stars” y “Luther”.
El rapero finalmente cerró su show con una mezcla de “TV Off” y “Not Like Us”, éste último el gran éxito del 2024 que le valió cinco Grammys la semana pasada; el tema, públicamente dedicado a Drake como parte de una batalla de rap ocurrida el año anterior, evitó cantar palabras como “pedófilo”, aunque el público sí gritó la frase “a minor” que también aparece en la lírica.
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Si bien el cierre del espectáculo resultó bastante abrupto e insatisfactorio, luego de haber seguido una narrativa muy clara, fue notoria la satisfacción del artista, quien, como todos los invitados de cada año, no reciben pago alguno por el show, y que se comprometió con su visión que recuerda que los afroamericanos son parte vital de Estados Unidos, como se reforzó al tener también a John Batiste interpretando el himno nacional al piano. “Esto es algo que quería llevar a Nueva Orleans y que el mundo vea. Este soy yo. Este es Kendrick Lamar, de 37 años, y todavía siento que estoy elevándome, todavía estoy en un viaje”.
UN RÍO DE CELEBRIDADES
Si las transmisiones televisivas aprovechan al máximo en los deportes es enfocar a las celebridades que acuden a los juegos, y las cámaras del Súper Domo Caesars enfocó desde a Taylor Swift, Anne Hathaway, Paul McCartney y Adam Sandler, aunque entre otros que no salieron en pantalla y asistieron estaba Lionel Messi, Kevin Costner, Paul Rudd, Louis Tomlinson y Jay Z.
Así también, los comerciales entre pausas de las jugadas estuvieron repletos de artistas en los spots que cada año son considerados de los más costosos y cuyo estreno provoca la misma intriga que el espectáculo del medio tiempo.
En total, fueron alrededor de 51 minutos de comerciales, que medios estadounidenses cifraron en aproximadamente ocho millones de dólares por anuncio. David Beckham se entera en un bar que tiene un gemelo: Matt Damon, y luego comparten una cerveza Stella Artois.
Meg Ryan prueba una hamburguesa deliciosa con mayonesa Hellmanns ante Billy Cristal y Sidney Sweeney a lo lejos pide lo mismo. Aubrey Plaza y Michael Shannon discuten sobre la “salinidad interior” de las galletas Ritz y se les une Bad Bunny. Harrison Ford se sube a su Jeep luego de conversar sobre la libertad. En una galería, Chris Pratt admira el arte contemporáneo mientras Chris Hemsworth se come un plátano que formaba parte del “arte”…
Como un reflejo de la diversidad de personas que cada año se sienta a ver la final del Super Tazón para entretenerse, la variedad de comerciales continuará extendiendo sus campañas para alcanzar a su público objetivo.