Son pocas las ceremonias donde los premios honoríficos son incluidos dentro de la transmisión principal, por lo que la entregar del “SAG Life Acheivement Award” a Jane Fonda fue uno de los momentos más entrañables de la velada.
Han sido 65 años de carrera para Jane Fonda, y el Sindicato de Actores la eligió este año para galardonarla con el premio de honor la máxima condecoración para la actriz de 87 años a quien describen como generosa, congruente y controversial, que no le teme a mostrarse vulnerable, pero también poderosa.
El ícono del cine y televisión, quien también es activista contra la guerra, recibió una ovación de pie. “Esto representa el mundo para mí. He tenido una carrera muy extraña; me retiré, volví a los 65, y a los 80 participé en mis proyectos más famosos. Quizás a los 80 empiece con las películas de acción”, dijo quien se considera una flor tardía, apreciando el poder en la unidad y en la SAG-AFTRA.
En un discurso sin prisa y sin presiones por parte de la producción, Fonda recalcó el rol tan importante del actor en la industria. Hice mi primera película en 1958, cuando muchas carreras habían sido destruidas; me da gusto ver que resistimos”, aludiendo también a la situación política actual en Estados Unidos, por lo que “debemos encontrar una forma de inspirar el futuro, un océano de verdades donde nadar. No construimos algo tangible; lo que creamos es empatía”. (Andrea López González)