Los aranceles del 25 por ciento al acero y al aluminio, anunciados el lunes 10 de febrero de 205, por el presidente estadounidense Donald Trump se sumarían a los del 25 por ciento sobre los bienes mexicanos y canadienses ya impuestos, pero en suspenso durante un mes, según confirmó, el día 12 del mismo mes y año, una fuente de la Casa Blanca a diversas agencias internacionales.
Si las tarifas impuestas a Canadá y México para incitarlos a controlar la migración ilegal y el tráfico de fentanilo entrarían en vigor el 1 de marzo de 2025, el acero y el aluminio producidos por los dos países serían gravados en total con un 50 por ciento a partir del día 12 de ese mismo mes y año, precisó la fuente, quien fue citado como un funcionario federal de EE. UU.
Un día antes, la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (CANACERO) exigió que el Gobierno de México aplicara represalias recíprocas a bienes siderúrgicos de Estados Unidos, si el presidente Trump no excluía a México del arancel del 25 por ciento a dicho insumo.
“La industria mexicana del acero rechaza la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos y solicita represalias en productos siderúrgicos en caso de no lograrse una exclusión para México”, indicó el órgano autónomo reconocido oficialmente por el Gobierno Federal mexicano, en un comunicado.
“Desde 1948 somos el vocero oficial de la industria siderúrgica mexicana que propone el diseño de políticas que fomenten el crecimiento y desarrollo sustentable del sector. Fungimos como órgano de consulta y de enlace ante los tres Órdenes de Gobierno y los tres Poderes de la Unión; así como ante organismos nacionales e internacionales afines. Somos Organismo Nacional de Normalización (ONN) responsable de emitir las normas mexicanas que establecen las especificaciones técnicas de los productos de acero hechos en México”, se describe la CANACERO, en su página web.
“[…] expresa su profundo desacuerdo con la decisión unilateral del Gobierno de Estados Unidos de imponer un arancel del 25% a las exportaciones de acero mexicano. Esta medida afectará gravemente a la industria siderúrgica y a toda la cadena metalmecánica de América del Norte, poniendo en riesgo la competitividad y la integración regional”, dijo la CANACERO, en su comunicado.
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“El balance comercial del acero entre ambos países refleja un superávit de 2.3 millones de toneladas a favor de Estados Unidos al cierre de 2024, por lo que no existe justificación alguna para la imposición de aranceles al acero mexicano”, detalló la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero.
“La industria siderúrgica mexicana respalda los esfuerzos del Gobierno de México para buscar que prevalezca la razón económica y lograr la exclusión definitiva de nuestro país de la Orden Ejecutiva recién comunicada por el Gobierno de los Estados Unidos. El alto nivel de integración productiva entre ambos países y el beneficio regional deben de ser prioridad ante la amenaza del exceso de capacidad de China y el sureste asiático”, abundó la CANACERO.
“Ante esta decisión unilateral, CANACERO exhorta al gobierno mexicano a tomar medidas urgentes de defensa comercial para proteger a la industria nacional. Los aranceles amenazan el 75% de las exportaciones de acero mexicano, valuadas en 2,100 millones de dólares, poniendo en riesgo empleos e inversiones clave en nuestro país. De no lograr la exclusión del acero mexicano de esta medida, será necesario aplicar represalias recíprocas sobre productos siderúrgicos estadounidenses”, finalizó la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero.