Es un compromiso permanente intentar buscar la justicia para que se construya la paz.
Cuando no se evalúan los procesos de atención a la ciudadanía en los tres niveles de gobierno: federal, estatales o municipales, como en el caso del estado de Guanajuato y la ciudad de León, y se mantiene al mismo personal teniendo las mismas prácticas, se obtienen los mismos resultados terribles.
En la subdelegación de León de la Secretaría de Bienestar en el Centro Histórico, la primera semana de diciembre de 2025 fui a acompañar a mi tío Amador, de 90 años (yo de 68), para que nos orientaran y atendieran, porque le avisaron al tío que ya había llegado su tarjeta de Bienestar.
Ahí nos atendió una señora quien nos pidió le diéramos el nombre de la persona que llamó. Además de mostrarle el talón del trámite, le dijimos que no sabíamos el nombre de quien llamó, pues mi tío perdió su teléfono y algunos documentos. Parecía que nadie nos podía ayudar.
De ese edificio de atención pasamos a la de INAPAM, donde a un empleado le pedimos ayuda de manera cortés, para que nos orientara; cosa que no nunca hizo.
Y nos preguntó: “¿Acaso usted me paga?”. Se paró de su silla en su escritorio, y yo le contesté: “Te pagamos todos los ciudadanos”. Le dije: “Tú tienes una responsabilidad de atendernos”. Le pregunté cómo se llamaba, pues no traía gafete. Quiso agredir a mi tío y a mí, pero en ningún momento lo insultamos o amenazamos. Eso fue suficiente para decirnos que saliéramos a la calle a arreglar el asunto, ya que afuera en la calle no es funcionario. Una compañera de él, con más actitud de protegernos de una posible agresión, interpuso su cuerpo entre el agresor y nosotros.
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Considero que los ciudadanos tenemos la obligación de denunciar la corrupción.
Interpuse una denuncia en la PGR delegación León, pero parece que ahí dan carpetazo a todo.
Parece que la justicia nunca llegará.
Fraternalmente,
Francisco Zamora H.
León, Guanajuato.
Correo: [email protected]