El papa Francisco -de nombre secular Jorge Mario Bergoglio, máximo jerarca de la Iglesia católica, de 88 años de edad-, hospitalizado desde el viernes 14 de febrero de 2025, aquejado de una neumonía bilateral, respiraba sin asistencia mecánica, podía levantarse y tenía un corazón que “resiste muy bien”, según indicó, el día miércoles 19 del mismo mes y año, El Vaticano.
Según el último parte médico, el sumo pontífice de la Iglesia católica, quien se encontraba en el hospital Gemelli de Roma, fue sometido el martes 18 de febrero de 2025, a un escáner torácico, que mostró una neumonía bilateral. Asimismo, continuaba presentando un “cuadro clínico complejo” que requería tratamiento médico adicional.
El jesuita argentino, que sufría problemas respiratorios y al que le extirparon el lóbulo pulmonar derecho cuando era joven, contrajo una “infección polimicrobiana, en un contexto de bronquiectasias y bronquitis asmática” y su tratamiento terapéutico era “complejo”.
Francisco “pasó una noche tranquila, se despertó y desayunó”, dijo a la prensa el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni. “El Papa respira solo. Su corazón resiste muy bien”, dijo una fuente de El Vaticano, a la agencia francesa.Agence France-Presse (AFP).
Según esta misma fuente, el pontífice de la Iglesia católica podía levantarse y sentarse en un sillón. Respiraba sin asistencia mecánica, pero no se descartaba que la utilizara, por momentos. Además, estos últimos días habló por teléfono con la parroquia de Gaza.
A pesar de su hospitalización, Francisco volvió a hablar, la noche del 17 de febrero de 2025, con la parroquia de la Sagrada Familia, la única iglesia católica de Gaza, según explicó a los medios italianos su párroco, el sacerdote argentino Gabriel Romanelli.