Juan Antonio Robles Felipe, oriundo de Guanajuato, fue deportado de los Estados Unidos el pasado 28 de enero de 2025, luego de haber trabajado durante un año en el campo en el Centro, California.
En palabras de Juan, no hubo ningún problema con la deportación, la cual se realizó respetando siempre sus derechos humanos. Al momento de que el Instituto Nacional de Migración (INM) intervino, tampoco hubo complicaciones. Sin embargo, fue al llegar a Mexicali cuando se presentó el primer contratiempo.
El día que Juan Antonio arribó a la capital de Baja California, no pudo ser llevado al albergue instalado en el FEX, ya que este aún no estaba habilitado. Por lo tanto, fue turnado al albergue Peregrino, situación que le traería problemas posteriormente.
Relató que, al intentar tramitar su tarjeta Paisano (apoyo federal) para regresar a su estado de origen, el personal del albergue le informó que, para ser acreedor a dicha ayuda, debía haber llegado directamente del INM al estacionamiento del FEX. Sin embargo, este no se encontraba en operación en aquella fecha.
“Me deportaron y todavía no estaba abierto el centro, y me mandaron al Peregrino. Vine ayer a pedir apoyo de la tarjeta. Me la negaron porque no me trajo migración directamente al albergue, y les dije que no me habían traído porque estaba cerrado.”
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Lo único que pide Juan es el apoyo correspondiente, ya que, a pesar de las facilidades que se le han brindado para quedarse en Mexicali, él desea regresar a Guanajuato con su familia. Además, comentó que dentro de las instalaciones del albergue ya habilitado en el FEX, hay en estos momentos alrededor de cinco personas alojadas. Sin embargo, otro hombre originario de Michoacán también tuvo problemas para recibir su apoyo, ya que la cámara del INM no funcionaba y no pudieron tomarle la fotografía para identificarlo.
Tras el incidente con Juan, la delegación federal en Baja California se puso en contacto con él y le informó que ya estaría disponible su apoyo. Además, se indicó que se implementaría un operativo para recoger a personas deportadas alojadas en otros espacios, utilizando un vehículo oficial del INM, para ser posteriormente trasladadas al albergue del FEX, con el fin de evitar situaciones similares a la de Juan.
A pesar de lo dicho por la autoridad, ZETA se comunicó con Juan para conocer el avance en su problema y saber si ya se había resuelto su situación. No obstante, él informó que aún no se ha solucionado, y tiene otra cita agendada en las próximas horas para darle seguimiento a su caso, esperando recibir su apoyo y no postergar más su estancia en Mexicali.