El presidente Donald Trump firmó, el 29 de enero de 2025, la ley Laken Riley, que permitiría que las personas que se encontraran en Estados Unidos ilegalmente y estuvieran acusadas de robo y delitos violentos, tendrían que ser detenidas y potencialmente deportadas, incluso antes de ser condenadas.
La Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos aprobó, el 22 de enero de 2025, la Ley Laken Riley, que autorizaría a las autoridades migratorias para detener migrantes indocumentados que cometieran robos y otros delitos menores.
Además, dicha legislación sería la primera ley que firmaría el presidente Donald Trump en su segundo mandato, mismo que comenzó el lunes 20 de enero de 2025.
La iniciativa fue aprobada en el Pleno de la Cámara Baja del Congreso de la Unión, con 262 votos a favor, que incluyeron a los de la bancada republicana, más 46 legisladores del Partido Demócrata, así como 156 sufragios en contra.
“Durante décadas, ha sido casi imposible para nuestro Gobierno acordar soluciones para los problemas en nuestra frontera y dentro de nuestro país”, dijo la senadora Katie Britt, republicana de Alabama.
Asimismo, Britt calificó la legislación como “quizás el proyecto de ley de control de migración más importante” que hubiera aprobado el Congreso de Estados Unidos, en casi tres décadas.
La misma propuesta legislativa fue aprobada en el Senado, el 22 de enero de 2025, con 64 votos a favor, entre los que se incluyeron 12 de senadores demócratas, así como 35 sufragios en contra.
La normativa lleva el nombre de Laken Riley, una estudiante de enfermería asesinada en Georgia en 2024. José Ibarra, un migrante venezolano, fue declarado culpable por este crimen.
La ley, cuyo autor fue el congresista republicano por Georgia Mike Collins, lleva el nombre de Laken Riley, una estudiante de enfermería de Georgia de 22 años de edad, que salió a correr en febrero de 2024 y fue asesinada por José Antonio Ibarra.
Un ciudadano venezolano que estaba en Estados Unidos, sin permiso de residencia, por lo que fue declarado culpable, en noviembre de ese mismo año y condenado a cadena perpetua, sin libertad condicional.
Los arrestos contemplados en esta ley incluirían hurtos menores en supermercados o tiendas. Los detenidos pasarían a estar bajo custodia del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
El texto también autorizará a los fiscales generales de los estados del país intervenir en las decisiones de política migratoria del Gobierno Federal. Entre las nuevas potestades, se les permitiría forzar al Departamento de Estado (DOS, por sus siglas en inglés), a no conceder más visas a los ciudadanos de países que no aceptaran deportaciones de EE. UU.
Por otra parte, también el 29 de enero de 2025, Trump adelantó que ordenaría la apertura de un centro de detención en la Bahía de Guantánamo, en la isla de Cuba, para albergar hasta 30 mil migrantes que vivían ilegalmente en Estados Unidos.
“Tenemos 30 mil camas en Guantánamo para detener a los peores criminales extranjeros ilegales que amenazan al pueblo estadounidense”, señaló el magnate neoyorquino.
El martes 28 de enero de 2025, Kristi Noem, recién nombrada titular de la Secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés), se unió a un grupo de autoridades federales fuertemente armadas en la ciudad de Nueva York, donde supervisaron las primeras redadas de deportación contra migrantes que residían en EE. UU., sin autorización legal.
En videos difundidos a través de las diversas redes sociales, se observó a Noem portando un chaleco antibalas y participando en la sesión informativa previa al operativo. Las imágenes mostraron cómo las fuerzas federales ingresaron a edificios de apartamentos y detuvieron a individuos presuntamente vinculados con actividades delictivas
“En vivo esta mañana en Nueva York. Estoy en eso”, comentó la funcionaria federal, en referencia a su presencia en el Bronx, junto a oficiales de numerosas agencias, como la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), entre otras.
“Estamos haciendo esto bien, haciendo exactamente lo que el presidente Donald Trump prometió al pueblo estadounidense, haciendo que nuestras calles fueran seguras”, dijo Noem, quien detalló que uno de los arrestados era un “extranjero criminal con secuestro, asalto y cargos de robo”.
Las redadas se produjeron en medio de la madrugada y sorprendieron a varios residentes que fueron testigos de la intervención en zonas como Ogden Ave., en el Bronx. Un vecino describió la escena al diario The New York Post, tras oír un estruendo y ver a los oficiales en el vestíbulo del edificio donde vivía.
La DEA confirmó que estaba cooperando con otras agencias del Departamento de Justicia (DOJ, por sus siglas en inglés) y que “otros socios federales de aplicación de la ley están ayudando al Departamento de Seguridad Nacional, con sus esfuerzos de aplicación de migración”
El mismo día, el cónsul de México en Los Ángeles, Carlos González Gutiérrez, dijo que, por ahora, no se habían presentado redadas masivas en dicha área del sur de California, como se había divulgado en algunos medios y en redes sociales.
“Por el momento nosotros no vemos ninguna evidencia de que haya redadas masivas, de que a la gente se le esté deteniendo en la calle al azar, o de que se estén realizando operativos en iglesias o en escuelas”, aclaró el cónsul, en un video dirigido a los mexicanos en Los Ángeles.
Explicó que consultó con autoridades involucradas en la búsqueda de migrantes prioritarios para deportación, quienes le negaron que llevarían a cabo redadas masivas. Además, informó de que durante el fin de semana se detuvieron a 17 connacionales, “que es un número que no está tan lejos de los promedios habituales”.
González Gutiérrez subrayó que el promedio de los detenidos coincide con las prioridades de deportación: “casos de adultos, hombres, todos ellos con algún tipo de antecedente previo, agencias encargadas de aplicar la ley”.
El representante diplomático explicó que personal de su oficina de protección recorría diariamente los centros de detenciones en el área y pudo confirmar que este fin de semana no hubo en Los Ángeles ninguna redada masiva.
Sin embargo, el cónsul dijo que la situación podía cambiar en cualquier momento. También exhortó a los mexicanos en Los Ángeles a que se informaran de fuentes oficiales, y a que tomaran sus decisiones sin apresurarse.