Donald Trump confirmó, el 20 de enero de 2025, durante su discurso de inauguración dicho en la Rotonda del Capitolio de EE. UU., que cambiará el nombre del Golfo de México, además de que impondrá aranceles y recortes públicos para la economía. También adelantó que combatirá la inflación y que su país volverá a ser manufacturero, explotando las reservas de hidrocarburos.
“Seremos la nación más grande, e inspiraremos admiración en el mundo entero. Vamos a cambiar el nombre del Golfo de México al Golfo de América […] Vamos a utilizar aranceles e impuestos a otros países para enriquecer a nuestros ciudadanos”, señaló el magnate neoyorquino.
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“Estamos estableciendo el Servicio de Rentas Externas, para levantar esas masivas cantidades de dinero que podrán entrar a la tesorería nacional. El sueño estadounidense volverá a florecer. Mi Gobierno va a establecer el nuevo departamento de eficiencia gubernamental”, insistió Trump.
“Voy a firmar una orden ejecutiva que de inmediato le pone fin a todas la formas de censura para restablecer la libertad de expresión, nunca más el enorme poder del Estado se utilizará para perseguir adversario político, no va a volver a ocurrir”, comentó el magnate neoyorquino.
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“Como comandante en jefe no tengo mayor responsabilidad que la de defender a nuestro país de amenazas externas. También le voy a dar instrucciones a los miembros de mi gabinete para darles todo el poder a su disposición para derrotar lo que ha sido una inflación sin precedentes. La crisis de la inflación fue causada por un gasto excesivo y una escalada en los precios de la energía. Por eso también voy a declarar una emergencia nacional de energía, vamos a perforar”, expresó Trump.
“Estados Unidos volverá a ser una nación manufacturera y tenemos la mayor reserva de petróleo y gas del planeta, y la vamos a utilizar. Vamos a bajar los precios, a reabastecer nuestra reserva estratégica y vamos a exportar energía a todo el mundo. Nuevamente seremos una nación rica gracias a ese oro líquido. Vamos a ponerle fin al nuevo trato verde y vamos a revocar el mandato de los vehículos eléctricos para salvar nuestra industria automotriz”, indicó el magnate neoyorquino.
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