Te quise bien, lo sabes
porque al besar mi boca
diste vuelta a la llave
de mi alma por ti loca.
Abriste aquella puerta
con tu beso y mirada,
y yo, tan inexperta,
me sentí enamorada.
Y ya que me tuviste
pendiente de tus ojos,
de mí te despediste
poniéndote de hinojos.
No creo tus mentiras;
tú no me quieres nada,
tú ya no me admiras,
estoy desilusionada.
Te quise bien, lo sabes
porque al besar mi boca
diste vuelta a la llave
de mi alma por ti loca.
Lourdes P. Cabral
San Diego, CA.