Alrededor de las nueve de la mañana del miércoles 1 de enero, Rafael Rivera Molina recibió una llamada anónima en la que se le informó del hallazgo de restos óseos en las faldas del Cerro del Gorila, en Rosarito, de los cuales se tenía la sospecha podrían ser de su madre, la señora Martha Molina Corral, desaparecida desde el 7 de mayo de 2023, en el Cerro Coronel en Playas de Rosarito.
Fue un senderista del grupo “Extreme”, quien al extraviarse de su ruta dio por casualidad con los restos, junto a los cuales encontró también una mochila de color gris con blanco en la que se hallaba el expediente de Martha realizado en el retiro y las cartas que sus familiares le escribieron como parte de la dinámica del grupo.
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Está evidencia fue la que lo motivó a contactar a Rafael, quien a su vez llamó al coordinador del Colectivo Enlace y Restauración, Raúl Cornejo Carbajal, para que se trasladara al lugar a confirmar el hallazgo; dentro de la mochila también se halló una chamarra de color oscuro, unas botas claras y demás prendas, que según afirmó el hijo de Martha, pertenecían a su madre.
“Estamos en un duelo y es doble porque ya la perdí una vez, y ahora que la encontré la pierdo de nuevo. La familia está triste, pero estamos con la dicha de que ya sabemos dónde está, pero la zozobra de ya no tenerla a nuestro lado. No tengo duda, es mi mamá”, expresó a ZETA Rafael Molina.
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Falta por confirmar que realmente se trata de Martha, para lo cual los restos serán sometidos a un análisis de ADN, cuyos resultados podrían tardar entre seis y 10 días.
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Restos podrían ser sembrados
Fueron 20 las búsquedas realizadas en el Cerro Coronel y alrededores para tratar de encontrar a Martha Molina, 13 oficiales y siete con la ayuda de los colectivos Buscando a Tolano, Todos Somos Erick Carrillo, y Enlace y Restauración, ninguna con éxito.
Es por ello que el hallazgo de los restos resulta sospechoso, pues el área donde se encontraron está a sólo cuatro kilómetros del Rancho Don Luis, al que Martha acudió por recomendación de una amiga de su hijo para tratar su depresión en el retiro espiritual Nuevo Amanecer en Ti.
Dicha zona, según indicó Raúl Cornejo, es muy transitada, por lo que resulta difícil creer que nadie los encontró o vio antes, razón por la que cree, los restos podrían haber sido sembrados apenas recientemente.
Esta misma teoría la ve poco probable Rafael Molina; sin embargo no la descarta, pues varios senderistas habían pasado por el lugar del hallazgo semanas atrás y nunca vieron la osamenta, la cual se hallaba en un punto más alto del Cerro del Gorila, pero algunas partes fueron arrastradas por carroñeros hasta las faldas del monte. Incluso durante la veintena de búsquedas realizadas con drones que peinaron toda la zona, tampoco se ubicó la presencia de los restos con anterioridad.
