Un incendio forestal sigue activo en la cima de los cerros rumbo a Ojos Negros, afectando ya más de 300 hectáreas de pastizal y matorrales, según el reporte de la Dirección de Bomberos de Ensenada.
El fenómeno, por el cambio climático, se ha intensificado debido a la llegada de la condición Santa Ana, un evento climático atípico que pone en riesgo a múltiples ranchos turísticos ubicados entre el kilómetro 12 y el 17.
A pesar de las alertas, un recorrido realizado por la zona no detectó la presencia de las autoridades, como se había anticipado, ni la intervención de los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), quienes deberían apoyar en el combate del fuego. Residentes de la zona expresaron su preocupación ante la falta de presencia.
“El miércoles 8 de enero, sí vimos un fuerte despliegue de Bomberos y otros vehículos trabajando, pero hoy no he visto nada. Mi rancho está en la parte alta y estuve al pendiente desde temprano, pero no vi bomberos”, señaló un habitante de la zona de El Tule, quien teme que las llamas avancen hacia las viviendas.
En respuesta, Julio César Cota Molina, director de Bomberos, indicó que un grupo de 20 elementos fue asignado para combatir el fuego desde tierra, creando brechas cortafuego para frenar su propagación, que se acercaba peligrosamente a las casas y ranchos.
El director aclaró que, aunque la situación es grave, la responsabilidad sobre este tipo de incendios recae en la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), que debe coordinar la intervención de las autoridades federales, como la SEDENA y la Secretaría de Marina Armada de México.
A pesar de los esfuerzos, Cota Molina informó que los trabajos de valoración y liquidación del incendio están programados para las 18:00 horas. No obstante, advirtió que el peligro puede aumentar durante la madrugada, entre las 3:00 y las 4:00 horas, cuando se espera que los vientos cambien de dirección, lo que podría poner en riesgo a los residentes si el fuego se dirige hacia las viviendas.
También mencionó que por el momento no hay manera de trabajar en el combate del incendio debido a que la zona es inaccesible, además de que ponen en riesgo la vida de los elementos si el rumbo de fuego cambia.