Baja California es el segundo Estado a nivel nacional que menos invirtió recursos para la búsqueda de personas desaparecidas, al registrar un promedio de 2 mil 050 pesos por cada caso.
Lo anterior se desprende del estudio En Búsqueda de Presupuesto 2023, presentado recientemente por el grupo interdisciplinario Elementa DDHH y Política Colectiva, junto con el Colectivo Hasta Encontrarte, GTO y ONU-DH México.
Lo anterior, tras dividir los 35 millones 522 mil 917.71 pesos destinados ese año entre las más de 17 mil carpetas abiertas por desaparición que actualmente se manejan en la entidad; destaca que la cifra representa un 36.3 por ciento más que en 2022, donde apenas contaron con 26 millones 71 mil 68.12 pesos.
El documento indicado presenta un panorama de las 32 entidades federativas: el primer lugar sigue siendo Jalisco, que, a pesar de un recorte del 38%, ejerció más de 72 millones de pesos; los últimos lugares correspondieron a las comisiones de Tlaxcala y Querétaro, con casi 4 millones de pesos en esa materia.
PREOCUPA INVERSIÓN ESTATAL
Renata Demichelis, internacionalista y fundadora de Elementa DDHH, compartió a ZETA las cifras de Baja California, tras el análisis sobre los presupuestos 2023 para las comisiones en todo el país.
“Encontramos que el dinero que se destina a las comisiones locales de búsqueda es muy bajo, pero preocupa particularmente la inversión estatal, lo que el Estado dedica realmente a la Comisión Local de Búsqueda”, dijo.
Recordó que el dinero con el que cuentan las comisiones es una combinación entre un subsidio federal y el dinero que pone el gobierno estatal. “En el caso de Baja California esta relación es muy preocupante, porque el 76 por ciento de los recursos de la Comisión de Búsqueda vienen de la Federación, y el resto es solamente una inversión estatal. Cuando esto lo pasamos a números, estamos hablando que de poquito más de 35 millones que contó el año pasado la Comisión, solamente 8 fueron invertidos por el Estado”.
Lo anterior es uno de los principales hallazgos de En Búsqueda de Presupuesto, ya que “ponen en alerta” la situación de la entidad en ese rubro.
Conforme al Registro Nacional de Personas Desaparecidas (herramienta oficial), se cuentan solamente mil 910 personas desaparecidas en Baja California, pero con la información obtenida por Elementa DDHH mediante la Fiscalía General del Estado (FGE), al cierre de 2022 había más de 17 mil 306 carpetas abiertas por desaparición.
“Vemos que hay una diferencia muy grande entre lo que dice el registro y los datos de la fiscalía. Eso se debe principalmente a que la fiscalía no envía la información que debe enviar al Registro Nacional”, apuntó la analista.
Para dimensionar la inversión, Renata Demichelis señaló que si se toman únicamente las cifras del Registro y se dividen entre el presupuesto 2023, da un promedio de 18 mil 500 pesos por persona, “pero si tomamos los datos que tenemos nosotros y que están públicos en el sitio Desaparecer en Baja California, que nos hablan de 17 mil 306 carpetas, esta cifra desciende a 2 mil 50 pesos invertidos por persona, lo que implicaría que Baja California es el Estado que menos invierte por persona desaparecida”, señaló.
La internacionalista comparó que la entidad está solamente detrás de Tamaulipas, donde fueron 2 mil 300 pesos por caso, a pesar que dicho lugar es uno de los que tiene un mayor número de personas desaparecidas, en contraste con Campeche, donde las autoridades invirtieron más de 100 mil pesos por persona.
Demichelis aclaró que, a pesar de estas cifras, es “muy difícil saber” cómo fue distribuido entre los casos que se registraron en cada uno de los municipios.
¿EN QUÉ SE FUE EL DINERO? SUPUESTA INVERSIÓN PÚBLICA, NÓMINA…
En contraste con el promedio gastado por desaparecido, Renata Demichelis explicó que el estudio al presupuesto arroja que donde destinó más recursos BC fue, al parecer, en la inversión pública, según se aprecia en el Capítulo 6000, referente a Obras Públicas y Otros Proyectos.
“Construyeron cosas y fue uno de los estados que, en 2023, más invirtió en este capítulo, con 18 millones de los 35 millones y medio. Casi la mitad del presupuesto se destinó en inversión pública. Habría que ver porque, en teoría, construyeron panteones forenses, pero del que se construyó en Mexicali, las familias han denunciado que es un elefante blanco. Ahí está, se construyó, pero no se utiliza, no hay nadie”, subrayó.
La experta agregó que a lo anterior le siguió Servicios Personales (Capítulo 1000), donde aparecen nómina, sueldos, salarios y prestaciones para el personal de la Comisión, que sumó 7.7 millones de pesos. Después, Bienes Muebles e Inmuebles con 5 millones de pesos; Servicios Generales, que incluye contratar a algún consultor para una capacitación o algún operador de un dron, 3 millones de pesos.
Más adelante, Gastos Materiales y Suministros, en referencia a copias de oficina o materiales de búsqueda de campo, con 1.3 millones de pesos; y Transferencias, Asignaciones y Subsidios (Capítulo 4000), al que destinaron 189 mil pesos, que pueden ser para los casos donde se pidiera apoyo para las víctimas, es decir, a cuestiones no vinculadas directamente con las actividades de la Comisión.
Ante el escenario, Demichelis hizo hincapié en la llamada de atención para el Gobierno de Baja California sobre la importancia de incrementar la inversión en esta materia.
“En promedio, en todos los estados, es de 0.029 por ciento del presupuesto total y en Baja California esta cifra es del 0.04 por ciento de los 35 millones y medio, pero hay que incrementar eso”, expuso.
Las personas interesadas en consultar los resultados del estudio a los presupuestos, pueden acceder a la página web https://elementaddhh.org/en-busqueda-de-presupuesto-2023/
GASTOS DESDE EL DÍA UNO
En 2024, Adriana Moreno Becerril cumplió 15 años de buscar a su hijo Víctor Adrián Rodríguez Moreno, quien junto con Heber Eusebio Reveles y José María Plancarte, desaparecieron el 11 de mayo de 2009 en el municipio Francisco I. Madero, Coahuila.
La también integrante del Colectivo Siguiendo tus Pasos y de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila y en México FUUNDEC–FUNDEM, compartió a ZETA parte de lo que ha vivido en este tiempo, desde el punto de vista económico y de salud mental.
“Desde el inicio siempre le estuviste invirtiendo, pero jamás es suficiente. Las instituciones no tienen el presupuesto adecuado y, si lo tienen, no se ve reflejado”, argumentó.
Ejemplo de ello, incluye el pago de transporte para llegar al punto donde son citados por la Comisión Local de Búsqueda para partir en una vagoneta, unos 300 pesos para gasolina o pasajes, más alimentos y considerar agua o café, además del correspondiente transporte de regreso al hogar.
“Desde salir de tu casa, implica que a lo mejor a tu familia le tienes que dar más para una comida que no harás ese día. Dejar dinero aparte, extra. Y si vas a volver más tarde siempre genera gastos. Todo el tiempo, desde el día uno, ha generado gastos personales por separado”, mencionó.
La buscadora reflexionó que al paso de los años la persona se puede dar cuenta que ya se encuentra en “números rojos”, y aunque se reconoce que en la actualidad existe un presupuesto por parte del Estado, las y los buscadores han tenido siempre que cubrir sus gastos.
Angélica García es representante del Colectivo Madres Buscadoras de San Quintín. Ella busca a su hijo Cristian Alberto Flores García, desaparecido a la edad de 26 años el 4 de marzo de 2022 en el Parque Vicente Guerrero. En su caso, para los recorridos en campo tiene que dejar de laborar, además de alejarse de sus seres queridos.
“Dejamos a la familia, dejamos de ir a trabajar. Invertimos en alimentos, agua, los carros que se descomponen. Ahorita tengo descompuesto mi carro y sale en más de 8 mil pesos la pieza, más la reparación, estamos hablando de 10 mil, 11 mil pesos”, estimó.
Para Angélica, esto es parte de la inversión de las familias, además de gastos que suele desconocer la Comisión Local de Búsqueda.
Manuel Mariano, del Colectivo Siguiendo Tus Pasos, agregó que para las salidas a campo deben contar con ropa adecuada, al igual que herramientas especiales.
“Las personas comunes no tenemos ropa adecuada ni estamos preparados para una situación como esta. Por lo tanto, son materiales que se deben conseguir como varillas, palas, gorras para protegerse del sol y botas especiales para protegerte de las rocas como de la fauna nociva”, detalló.
En el caso de quienes tienen dejan de trabajar y considerando el salario mínimo de BC, pueden dejar de percibir 300 pesos por realizar dicho recorrido.
“Para el patrón no hay permisos para salir a búsqueda, y esa es otra área de oportunidad que tiene la Comisión Local: que aquellas personas que tengan sus carpetas abiertas, o su condición de víctima, podría la Comisión hacer un convenio con las empresas para que ciertos días al mes, la semana o al año, se les puedan dar permisos especiales para salir”, sugirió ante la pérdida de bonos de puntualidad, pues un porcentaje considerable de buscadores, labora en maquiladoras.
“Y todo eso se pierde: al final de cuentas su salario se ve disminuido y esto no está contabilizado en ninguna parte”, además de que también tienen que hacer y pagar los carteles e imágenes que colocan en la vía pública para mantener los casos presentes entre la población.
BÚSQUEDA E IMPACTO EN LOS QUE SE QUEDAN
Otro aspecto que tampoco se contabiliza es cómo se van descuidando las familias, pues aunque esto no es intencional, las salidas y recorridos terminan por impactar en hijos e hijas, sobre todo si están en edad escolar.
“Esto puede generar mal comportamiento en los planteles y deserción escolar, que sería lo más peligroso. Y si estamos hablando de deserción escolar caerían en contexto que les puede generar una problemática muchísimo mayor a largo plazo. (Las niñas y niños) Van a las escuelas solos o ya ni van, y el daño emocional, psicológico, de que el papá o mamá desatienden a los que se quedan por la búsqueda, es un daño que no está contabilizado”, abundó el buscador Manuel Mariano.
De este tema, Adriana Moreno refirió que puede haber fricciones entre los familiares, debido a las ausencias, “y al final, después de tantos años dices: ‘Carajo, ¿cómo recupero?’ Ese tiempo no lo puedes recuperar y, aparte, no recuperas tampoco a tu desparecido. Estás en un limbo, ha habido muchas familias fracturadas que se separan totalmente”.
La madre buscadora de Víctor Adrián externo que, al paso del tiempo, decae la vitalidad y el entusiasmo para las salidas o las revisiones institucionales de las carpetas relativas al caso.
“Es un desánimo: no dejas de ir, pero vas preparándote para que no te dé el golpe tan tremendo de que las cosas siguen exactamente igual. Muchas compañeras se han ido en la espera, en la búsqueda. Bastantes han fallecido y definitivamente es otro desgaste”, concluyó Moreno.