Una fuerte explosión, ocurrida a las 07:49 horas del 23 de enero de 2025, destruyó parcialmente, el cenotafio de Edgar Guzmán López, hijo de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias “El Chapo”, ubicado en el estacionamiento del centro comercial City Market, en la colonia 6 de Enero, al norte de Culiacán de Rosales, Sinaloa.
En el lugar, también se registraron daños a un vehículo tipo sedán. de color azul, que se encontraba estacionado junto al cenotafio del fallecido hijo del ex líder del Cártel de Sinaloa. Hasta el momento, se desconoce si el automóvil pertenecía a un cliente del centro comercial o si estaba abandonado en el sitio.
Autoridades y unidades de emergencia acudieron al lugar de los hechos, para evaluar los daños y determinar el tipo de artefacto explosivo utilizado. Sin embargo, no se reportaron personas lesionadas. El área fue acordonada.
Este cenotafio fue colocado en el lugar mencionado, luego de que Edgar Guzmán fuera asesinado a balazos, el 8 de mayo del 2008, a los 22 años de edad, al parecer por miembros del grupo criminal de los Beltrán Leyva, como venganza contra “El Chapo”.
Ello luego de la captura de Alfredo Beltrán Leyva, alias “El Mochomo”. Junto al hijo del ex líder del Cártel de Sinaloa también asesinaron a sus primos, César Ariel Loera y Arturo Meza Cázares, este último hijo de Blanca Margarita Cázares, alias “La Emperatriz”.
Pero otra versión sobre el asesinato de Édgar Guzmán López señaló que habían sido los mismos sicarios de “El Chapo” quienes asesinaron al hijo del capo sinaloense, por una confusión. Esa noche, los hombres al servicio del Cártel de Sinaloa habrían confundido la camioneta roja en la que viajaba el joven, con uno de los autos de Marcos Arturo Beltrán Leyva, alias “El Barbas”.
Supuestamente, después de que informaron lo sucedido a sus superiores, éstos les dieron el visto bueno para que rafaguearan el vehículo donde según viajaba el líder del Cártel de los Beltrán Leyva. El tiroteo habría sido ejecutado por una célula que obedecía las órdenes de Gonzalo Inzunza, alias “El Macho Prieto”, jefe de sicarios al servicio de Ismael Mario Zambada García, “El Mayo”.
La tercera versión señaló que “El Chapo” había pedido a su compadre y socio, que sus escoltas se encargaran del sicario Israel Rincón Martínez, alias “El Guacho”, pero los elementos de “El Mayo” habrían cometido un error y confundido a Guzmán López con su objetivo.
Dámaso López Núñez, alias “El Licenciado”, y su hijo Dámaso López Serrano, “El Mini Lic”, miembros del Cártel de Sinaloa, testificaron en Estados Unidos, respecto a las operaciones de dicha organización criminal y la implicación de Ovidio Guzmán López, “El Ratón” -hijo de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “El Chapo”, así como presunto líder de “Los Menores”-, en secuestros, torturas y tráfico de drogas.
Así lo dio a conocer la Fiscalía General de la República (FGR) -citada por el diario Reforma-, el 7 de marzo de 2023, durante la audiencia en la que Rogelio Díaz Villarreal, juez de Control del Centro de Justicia Penal Federal, con residencia en Almoloya de Juárez, Estado de México, notificó a Guzmán López la solicitud de extradición que realizó el Departamento de Justicia del Gobierno de Estados Unidos, para que fuera juzgado en las Cortes Federales de los Distritos Norte de Illinois y Sur de Nueva York, por 11 cargos de tráfico de drogas y lavado de dinero, entre ellos el delito de asociación delictuosa para distribuir cocaína, metanfetamina y mariguana.
López Núñez declaró 30 de enero de 2023, ante el Departamento de Justicia de EE.UU., que antes de que extraditaran a su compadre “El Chapo”, se repartía todo el dinero de las ganancias con Ovidio y Joaquín Guzmán López, así como con Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijos del capo sinaloense, también conocidos como “Los Chapitos”.
Por su parte, López Serrano narró a las autoridades de Estados Unidos, que durante “la primera década de este siglo, Édgar Guzmán López [asesinado en Culiacán de Rosales, el 8 de mayo de 2008], hermano de Ovidio, era el responsable de introducir al país la materia prima de las metanfetaminas”.
“Édgar importaba jugo de efedrina de Argentina, en cubetas de 25 kilos, de entre 300 y 400 mil dólares, y a Ovidio y Joaquín Guzmán López les suministraba los jugos. Los laboratorios que había alrededor de Culiacán producían la metanfetamina con la efedrina que traía de Argentina”, declaró “El Mini Lic”.
Asimismo, López Serrano contó que en octubre de 2010, integrantes del Cártel de Sinaloa secuestraron al sicario Israel Rincón Martínez, alias “El Guacho” y se lo llevaron a una casa de seguridad, donde fue torturado a batazos por “El Ratón” y sus medios hermanos Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar.
“El Licenciado” y “El Mini Lic” hicieron referencia a ello en sus testimonios y aseguraron que fue “El Chapo” quien ordenó asesinar a Rincón Martínez, aparentemente en represalia por haber matado a un hijo de Manuel Fernández Valencia, alias “La Puerca”, un operador del Cártel de Sinaloa.
“En 2010, ‘El Chapo’ ordenó la muerte de ‘El Guacho’, yo conseguí un lugar seguro para interrogarlo. Iván y otro le dispararon a ‘El Guacho’”, dijo López Ñúñez. ‘Se lo llevaron a una casa donde vi que Ovidio y a otros que le privaban de su libertad, vi cuando Ovidio lo golpeó con un bat de béisbol diciéndole que ‘por qué estaba haciéndole la guerra a ‘El Chapo’”, señaló “El Mini Lic”.
Según lo contaron padre e hijo a las autoridades estadounidenses, la sesión de torturas fue grabada y el video fue una de las pruebas en el juicio contra “El Chapo” en la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York. El cadáver de “El Guacho” fue hallado en Navolato, Sinaloa, el 10 de octubre de 2010. El sicario se había pasado a la organización de los Beltrán Leyva, enemigos de Guzmán Loera desde 2008.