El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés), anunció, el 26 de enero de 2025, el inicio de las “operaciones específicas reforzadas en Chicago, Illinois, para hacer cumplir la ley”, además de “preservar la seguridad pública y la seguridad nacional”.
La agencia del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés) informó en su cuenta de la red social X, que se trabajaría en conjunto con el FBI (Buró Federal de Investigación), la ATF (Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos), la DEA (Administración de Control de Drogas), el CBP (Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza) y el Servicio de Alguaciles de Estados Unidos (US Marshalls).
Según el ICE, con dichos operativos se buscaba “mantener a los extranjeros criminales potencialmente peligrosos fuera de nuestras comunidades”. Un día antes, el Senado de Estados Unidos confirmó a Kristi Noe, ex gobernadora de Dakota del Sur, como titular del DHS.
El mismo día, el diario The Washington Post (WP) reveló que los agentes del ICE habían recibido órdenes de parte de funcionarios del presidente Donald Trump, de aumentar el número de personas que arrestaran para ser deportados, a entre mil 200 y mil 500 migrantes.
Según personas con conocimiento de las reuniones informativas, citadas por el rotativo, el presidente de Estados Unidos se había sentido decepcionado con los resultados, hasta el momento, de su campaña de deportación masiva.
“Las cuotas se definieron el sábado en una llamada con altos funcionarios del ICE, a quienes se les dijo que cada una de las oficinas de campo de la agencia debería realizar 75 arrestos por día y que los gerentes serían responsables de no cumplir con esos objetivos”, indicó el WP.
“Las órdenes aumentan significativamente la posibilidad de que los oficiales empleen tácticas de aplicación más indiscriminadas o enfrenten acusaciones de violaciones de los derechos civiles mientras se esfuerzan por cumplir con las cuotas, según funcionarios actuales y anteriores del ICE”, agregó The Washington Post.
El “zar de la frontera” de la Casa Blanca, Tom Homan, ha dicho durante semanas que el ICE no realizaría redadas masivas y que sus agentes darían prioridad a los inmigrantes con antecedentes penales y que fueron miembros de pandillas.
Sin embargo, según el citado diario, las cuotas emitidas este fin de semana colocarían a los agentes del ICE bajo mayor presión para detener a una gama más amplia de posibles deportados, para evitar reprimendas, incluidos inmigrantes que no habían cometido delitos.
El viernes 24 de enero de 2025, alrededor de 500 militares arribaron a la Estación de Patrulla Fronteriza en San Diego, California, como parte de la política migratoria del nuevo Gobierno de Estados Unidos, para reforzar la seguridad en la frontera con México.
Según el comunicado de la Casa Blanca difundido ese mismo día, la medida buscaba “repeler, repatriar y eliminar de inmediato” a los extranjeros ilegales considerados parte de una “invasión”, amparándose en el Artículo IV, Sección 4 de la Constitución y en la Ley de Inmigración y Nacionalidad.
Los militares colocarán una barrera de alambre y púas a lo largo de la frontera, la cual tiene una longitud de 3 mil 200 kilómetros. Dicha se sumaría a la reanudación de la construcción del muro fronterizo, el cual Trump anunció durante su discurso inaugural.
El 24 de enero de 2025, la Administración encabezada por Trump reinició la operación del programa de devolución de migrantes conocido como “Quédate en México”, regresando tan solo, un día antes, a 2 mil migrantes de terceros países a México, según lo informó el Departamento de Estado de Estados Unidos (DOS, por sus siglas en inglés).
Calificando la relación con el Gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, como una “exitosa asociación”, el DOS de EE. UU. anunció el reinicio del programa que originalmente estuvo activo durante el primer mandato de Trump, tras un acuerdo con el ex mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador.
“Ayer se deportaron a México 2 mil extranjeros tanto por tierra como por aire, ya que se implementó nuevamente la política de Quédate en México. Promesas hechas, promesas cumplidas”, dijo Tammy Bruce, la nueva vocera del Departamento de Estado de EE. UU., en un mensaje en la red social X.
Según la portavoz, cuatro vuelos organizados por la Oficina de Aduanas y Control Migratorio aterrizaron exitosamente en México, como parte de los esfuerzos de repatriación y devolución de migrantes desde la frontera, a través de diversos programas para mexicanos y migrantes de terceros países.
“Los medios falsos ya están mintiendo sobre nuestra exitosa asociación con México para ayudar a que nuestra región vuelva a ser segura. La verdad es que ayer llegaron cuatro vuelos de ICE a México”, insistió Bruce, rechazando la veracidad de una nota de la cadena NBC, respecto a que hubo vuelos rechazados por el Gobierno mexicano.