Desde el mes de octubre de 2024 se detuvo la búsqueda de José Alonso Guerrero Chávez y Rubén Ramírez Rojas, el ingeniero civil y su asistente que fueron víctimas de desaparición forzada el pasado 27 de marzo de 2024 en las inmediaciones de la colonia El Jibarito, en la ciudad de Tijuana. Mientras que la Fiscalía General del Estado (FGE) asegura que la búsqueda sigue y solo se está analizando cambiar de área de excavación, la familia advierte que llevan más de dos meses en pausa por falta de recursos.
“De momento tenemos dos meses que se pausó la búsqueda dentro de la empresa EcoWaste debido a la falta de maquinaria y presupuesto para llevar la excavación. Hasta el momento no se logró encontrar ningún indicio de ninguno de los dos. Estamos esperando de parte de las autoridades que se realice una mesa de trabajo para poder coordinar y organizar la siguiente etapa de la búsqueda”, explicó Berenice Guerrero Chávez, hermana de José Alonso.
Fidel Corvera Gutiérrez, director de la Unidad de Desaparecidos en la FGE en Baja California, respondió que “se pararon ahorita porque se van a prospectar a 30 metros más al lado de donde se estaba buscando. Se va a remover un lugar cercano de donde se hacía recientemente para buscar a estas personas. Pero sí se sigue trabajando”.
Berenice sólo solicita ayuda a la comunidad para encontrar los restos de su hermano: “Si alguien tiene alguna información que nos ayude a encontrarlo y que acabe un poquito con este dolor y tristeza que cargamos”, pide.
Fue hasta julio de 2024 cuando formalmente se realizaron los operativos de búsqueda de José Alonso y Rubén, quienes habían desaparecido cuatro meses antes. La certeza para la FGE se derivó del arresto y vinculación a proceso de una familia de pepenadores, señalados como los plagiarios y agresores que les habrían quitado la vida a sus víctimas para asaltarlos en marzo.
Al principio, las complicaciones fueron la temperatura y los olores fétidos que obstaculizaron los operativos, más los incendios clandestinos que estropeaban las zonas de búsqueda al incinerar los escombros y obligar pausar los operativos hasta por tres días.
“Tenías que estar desde muy temprano, en el sol, los olores que se generan en ese lugar, pero también la necesidad, el querer encontrarlos. Sí fue muy complicado, ahorita el lugar no está resguardado, puede estar resguardado por parte de Fiscalía, pero no se cuenta con la seguridad de que no pueda ser manipulado o que pueda haber movimiento dentro del área”, recordó Berenice.