Culto a la personalidad

Es tan conocido y sabido en la clase política, empresarial y social, la tarifa por aparecer en la portada de la revista Campestre, que ya tenerla se convierte más en una burla que en el reconocimiento de quien sea protagonista. Con cuotas que superan los 100 mil pesos (en una ocasión la ofrecieron por 150 mil pesos), pues no sólo incluye la portada, sino también los espectaculares y las vallas en los que se promociona, “llevarse la portada” ya es sinónimo de alguien que paga para que lo vean; por eso es muy frecuente que, especialmente en épocas electorales, se vea a los protagonistas en la boleta, pero la quemada de haber pagado para salir en portada, ya no se la quitan. En esas condiciones, no se entiende cómo es que el flamante alcalde de Tijuana, Ismael Burgueño, haya preferido ese ya sabido pagado logro, en lugar de hacer un informe de 100 días como lo hizo la Presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, quien, como su antecesor, suele no pagar por recibir reconocimientos públicos o mediáticos. Ahora sí que al alcalde Burgueño o lo mal asesoraron o lo suyo es el culto a la personalidad, por encima de los resultados ante la sociedad, porque de hechos reales, nada…