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“Cocinero” de fentanilo hubiera caído “fulminado”, responde COFEPRIS y SEMAR a NYT

La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) y la Secretaría de Marina (SEMAR) respondieron, el 2 de enero de 20245, al reportaje publicado por el diario The New York Times (NYT), al afirmar que si el fentanilo se fabricaba sin la debida protección, el “cocinero” hubiera “caído fulminado en 30 segundos”.

Alejandro Svarch Pérez, director general del IMSS Bienestar y ex titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), explicó que la elaboración de fentanilo requería de ventilación adecuada, lo cual no se tenía, según lo publicado por el rotativo neoyorquino, el 30 de diciembre de 2024.

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“Para producir fentanilo en un laboratorio, se requiere [un lugar] donde se pueda regular y medir las condiciones de exposición, donde existan equipos de protección personal especializados para la elaboración de un proceso de síntesis química complejo, como es la elaboración de el fentanilo y con sistemas de ventilación profesionales y no el ventilador presente en la nota”, detalló el funcionario federal.

“Muy sencillamente si hubiera sido fentanilo lo que se estuviera produciendo, el operador, la persona que estaba haciéndolo hubiera durado 30 segundos y hubiera caído fulminado producto de los vapores”, destacó Svarch Pérez, quien agregó que a pesar de que se ha facilitado la producción de fentanilo, era un proceso en el que se requerían medidas de seguridad.

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“No es fácil de producir y no está exento de riesgos a la salud, se requiere de un traje especial para poder producir. Hay un fenómeno de fetichismo de la mercancía, de mucha imaginación y de mucha publicidad, sobre todo a partir de series televisivas que han hecho la caricatura de la producción”, comentó el ex titular de la COFEPRIS.

“Se requiere un laboratorio con condiciones donde se pueda regular y medir la exposición, donde existan equipos de protección personal especializados para la elaboración de un proceso de síntesis química complejo, como lo es la elaboración de fentanilo, y con sistemas de ventilación profesionales”, manifestó Svarch Pérez.

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En el mismo sentido, el funcionario federal aseveró que “si hubiera sido fentanilo lo que estuvieran produciendo, el operador, la persona que estaba haciéndolo, hubiera durado 30 segundos y hubiera caído fulminado producto de los vapores que presenta la síntesis del fentanilo”.

El actual director del IMSS-Bienestar detalló que la exposición a una cantidad equivalente a cinco granos de sal “puede producir un grado de toxicidad que comprometa la vida del operador”. Asimismo, cuestionó las declaraciones incluidas en la investigación periodística respecto al supuesto desarrollo de “tolerancia a la droga letal”, por parte de los presuntos miembros del Cártel de Sinaloa.

“No existe ningún fenómeno fisiológico conocido como tolerancia letal a la toxicidad. Inexorablemente se necesita un laboratorio donde se puedan controlar las condiciones de exposición, donde existan equipos especializados para realizar la síntesis química y con sistemas de ventilación profesionales, no una cocina doméstica como muestra el reportaje”, advirtió el funcionario federal.

Durante su conferencia de prensa matutina presidencial -llevada a cabo desde el Salón Tesorería del Palacio Nacional-, se presentó un análisis sobre el video que acompaña el reportaje titulado ‘Así es un laboratorio de fentanilo del Cártel de Sinaloa’, y en el que se vio parte de la elaboración de dicha droga sintética.

Juana Peñaloza Ibarra, química analista de precursores en campo, de la SEMAR, explicó que durante la supuesta elaboración de fentanilo no se usó de equipo de protección personal mínimo requerido para evitar intoxicación por los gases tóxicos desprendidos durante el proceso, y planteó que no correspondía con la dinámica criminal cambiar la ubicación con rapidez, como se mencion+o en la publicación.

“Se concluye que no existen los elementos suficientes para demostrar que la información presentada en el artículo de The New York Times documenta un laboratorio de síntesis de clorhidrato de fentanilo”, planteó la funcionaria federal

Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo afirmó que su Gobierno estaba comprometido con el combate al fentanilo, y que muestra de ello, era que se habían desmantelado varios laboratorios clandestinos en el país.

“Por supuesto que combatimos, principalmente la comercialización, de estas drogas y particularmente el fentanilo y vamos a colaborar por razones humanitarias siempre para evitar el tráfico de fentanilo hacia los Estados Unidos desde México”, comentó la titular del Poder Ejecutivo Federal.

Sin embargo, la mandataria nacional aseguró que en México no solamente se fabricaba fentanilo, también en Estados Unidos. Su Gobierno, según recordó, presentaría la próxima semana una campaña para prevenir el consumo de fentanilo. Además, la ex titular de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, enfatizó que su Administración colaboraría por razones humanitarias con Estados Unidos.

“Vamos a colaborar para ayudar en todo lo que esté en nuestras manos para esta crisis sanitaria que están teniendo en los Estados Unidos y nuestra visión es que no solamente es la detención de quienes se dedican a esto, sino que hay que tomarlo también como un asunto de salud pública. Ahora, en México no aceptamos injerencias y colaboramos pero no nos subordinamos”, insistió Sheinbaum Pardo.

Por su parte, Armida Zúñiga Estrada, titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios apuntó que debido a la potencia que tienen los opioides sintéticos como el fentanilo, “pequeños errores en el pesaje, la dosificación, la dilución o la fabricación pueden aumentar el riesgo de sobredosis”.

El diario estadounidense NYT rechazó, el 30 de diciembre de 2024, que su reportaje de que pleno centro de Culiacán de Rosales, Sinaloa, “en una calle bulliciosa llena de peatones, automóviles y puestos de comida, una cocina de fentanilo procesa unas 200 mil dosis”, no fuera creíble, tal como lo indicó, el mismo día, la presidenta heinbaum Pardo.

“The New York Times tiene absoluta confianza en nuestros reportajes sobre la producción y realización de pruebas con fentanilo en México. Nuestras periodistas pasaron meses investigando la industria del fentanilo, citaron oficialmente a funcionarios y exfuncionarios mexicanos sobre estos temas y documentaron la operación de un laboratorio de fentanilo en Sinaloa. Respaldamos plenamente la reportería”, escribió el rotativo neoyorquino, en una de sus cuentas de la red social X.

“Por la nota que salió en el New York Times ayer, sale una nota que es importante señalar, en donde, presuntamente, dos reporteras entran a un laboratorio de fentanilo […] Hoy lo comentábamos en el Gabinete de Seguridad, también lo vamos a presentar aquí, cómo es que se hace la producción de fentanilo, porque no son las fotografías que se muestran ahí”, señaló la ex titular de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, el mismo día.

Durante su conferencia de prensa matutina -llevada a cabo desde el Salón Tesorería del Palacio Nacional-, la titular del Poder Ejecutivo Federal dijo que el opioide sintético causaba daños en la salud de quienes lo producían, además de que sugirió que la COFEPRIS o la Secretaría de Marina deberían informar del proceso.

“El fentanilo se produce de otras maneras, que ya la Secretaría de Marina o el propio, ¿cómo se llama la autoridad regulatoria de medicamentos? COFEPRIS, pueden informar cuáles son los métodos de producción, pero no es creíble las fotografías que se presentan ahí, incluso por el daño a la salud que podría causar para quien está ‘cocinando’, como se dice, estas drogas”, comentó la mandataria nacional.

Asimismo, Sheinbaum Pardo dudó de la información presentada por el rotativo neoyorquino y expresó que se debería diferenciar entre narcolaboratorios para fabricar fentanilo y aquellos centros clandestinos en que se procesaban metanfetaminas.

“Es muy distinto, aunque sea una droga que hay que combatir y se han hecho muchas incautaciones de laboratorios de metanfetamina, también, permanentemente, todos los días hay destrucción de laboratorios de metanfetamina, pero una cosa es la producción de metanfetamina y otra muy distinta es la de fentanilo”, enfatizó la presidenta.

“Y también ambos consumos tienen un efecto en la salud muy dañino, pero particularmente el fentanilo tiene mayores daños, entonces, no es muy creíble, vamos a ponerlo así”, insistió la titular del Poder Ejecutivo Federal, quien también argumentó que el NYT ya había publicado antes sobre el tema e incluso que durante el Gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador destacaron “algunas cosas”, pero reiteró que lo difundido un día antes, no era confiable.

“Solamente decir que no es muy creíble y ya viene de antes ese tema del New York Times, con relación a la producción de droga en México, aquí con el presidente López Obrador se presentaron algunas cosas y ya hubo otro reportaje vinculado con según esto, la cooptación de estudiantes de química para la fabricación de drogas muy potentes y ahora el que se presenta el día de ayer. No es muy creíble este reportaje por cómo se está presentando”, sostuvo la mandataria nacional.

La publicación de NYT mostró cuatro fotografías y dos videos breves respecto a cómo se producía supuestamente el fentanilo en una cocina casera, con utensilios domésticos como ollas metálicas, cucharas, cubetas, un batidor eléctrico y otros recipientes de plástico.

En una de las imágenes, un individuo con el rostro cubierto y una gorra negra manipulaba sustancias de ollas colocadas sobre una estufa doméstica, mientras una ventana con persianas rotas y un ventilador viejo mantenían la ventilación mínima del espacio.

En otra fotografía, el mismo sujeto, ahora con guantes quirúrgicos, trabajaba con una sustancia azul, en un recipiente metálico rodeado de botellas con químicos. Uno de los videos mostraba cómo dos individuos movían una especie de líquido blanco en ebullición. Uno de ellos portaba un cubrebocas. La otra grabación mostró un polvo azul, dentro de una cubeta metálica.

El presunto “cocinero” dijo que era fentanilo y que mezclaba el colorante, porque ese material sería convertido en píldoras, listas para ser traficadas a Estados Unidos. En otra fotografia se veía una bandeja de metal de una sustancia blanca, quebrada en partes pequeñas, como pedazos de cristal. En una gráfica adicional se ve polvo blanco sobre una mesita redonda, al lado de la cocina.

Las periodistas que firmaron el reportaje, Natalie Kitroeff y Paulina Villegas, señalaron que usaron “protector” y luego de ser alertados porque patrullaba el Ejército muy cerca, tuvieron que salir corriendo, junto con los supuestos miembros del Cártel de Sinaloa.

El 26 de diciembre de 2024, en otro reportaje publicado por el NYT, Pedro López Camacho, quien presuntamente vivía en un campamento de indigentes en Culiacán de Rosales relató a The New York Times, cómo los miembros del Cártel de Sinaloa ofrecían hasta 30 dólares a quienes estuvieran dispuestos a inyectarse la droga.

López Camacho contó al rotativo neoyorquino, que se ofreció voluntariamente en múltiples ocasiones, pero no todos sobrevivieron a las pruebas. En el reportaje ‘En México, los cárteles prueban el fentanilo en personas vulnerables y animales’, las periodistas Kitroeff y Villegas revelaron que los cárteles mexicanos estaban probando sus fórmulas de fentanilo en personas vulnerables y animales.

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Autor(a)

Carlos Álvarez Acevedo
Carlos Álvarez Acevedo
Reportero del semanario ZETA Tijuana y del periódico Noroeste de Culiacán, desde febrero de 2016.
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