Más de 48 mil 744.39 millones de pesos se necesitarán para que el Tren Maya ofrezca el servicio de carga, considerado como “un complemento”, para hacerlo más competitivo comercialmente.
El monto se sumará a los 515 mil millones que el Gobierno Federal invirtió durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador para prestar el servicio de pasajeros.
El jueves 28 de noviembre, el General Gustavo Vallejo detalló que la inversión para que el Tren Maya sea también de carga se destinará a construir diez complejos distribuidos en las principales ciudades de los mil 553 kilómetros de vía férrea.
De esa decena de complejos de carga, cinco corresponden a grandes terminales intermodales con vías de recibo, despacho, de clasificación, andenes, almacenes, patios de maniobra y talleres de locomotora, entre otros.
En 2025 iniciará la primera etapa de la nueva infraestructura, construyendo los complejos más grandes y de mayor rentabilidad: Palenque, Chetumal, Cancún, Progreso y Poxilá.
“Haremos un sistema de libramientos y ramales, alrededor de 70 kilómetros de vía nueva y actualización de la existente, que parte desde Mérida a Progreso”, conectando el puerto.
El trabajo durará año y medio, y se prevé que genere 22 mil 500 empleos directos.
El General Vallejo agregó que entre los proyectos prioritarios de la Agencia Reguladora de Transporte Ferroviario, a cargo de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), en una primera fase contemplan la construcción de los trenes: AIFA-Pachuca, México-Querétaro, Querétaro-Irapuato y Saltillo-Nuevo Laredo.
En una segunda fase (2027), Querétaro-San Luis Potosí, Irapuato-Guadalajara y Mazatlán-Los Mochis. En ese año también está programada la tercera fase con San Luis Potosí-Saltillo, Guadalajara-Tepic, Los Mochis-Guaymas y Guaymas-Hermosillo; para 2028 iniciarían Tepic-Mazatlán y Hermosillo-Nogales.