Mario Nicolás Villanueva Arellano fue nombrado Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Tijuana, el primero en la historia de la ciudad, durante la tarde del viernes 29 de noviembre.
Villanueva Arellano, de 53 años, lleva 21 años de ministerio presbiteral, y 18 años dedicados a la formación en el seminario, en donde fungía como rector, hasta su nueva asignación oficializada por las autoridades eclesiásticas, durante el evento.
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La necesidad de su cargo surge tras el delicado estado de salud del Arzobispo de Tijuana, Francisco Moreno Barrón, tras una operación de próstata y el cáncer actual que padece. Al realizar la solicitud ante el papa Francisco, cabeza de la iglesia católica desde Roma, finalmente ésta fue concedida.
“Ya ejerció por un tiempo el diaconado transitorio, después fue presbítero, ahora mismo sigue siendo presbítero hasta este momento. Y en la eucaristía que vamos a celebrar será ordenado obispo”, explicó Moreno Barrón durante la atención a medios, previo a la ordenación.
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Y resaltó: “El santo padre me lo confía como un auxilio en mis trabajos pastorales”.
En la ceremonia celebrada en la Catedral Metropolitana de Tijuana, en punto de las 4:30 p.m., finalmente Villanueva Arellano fue nombrado Obispo Auxiliar.
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El evento contó con la presencia del Nuncio Apostólico en México, Monseñor Joseph Spiteri -representante del papa Francisco en el país-, 11 obispos de diversas partes de la República y San Diego, sacerdotes de las diferentes parroquias de Tijuana, seminaristas, presbíteros, así como alrededor de 500 ciudadanos quienes acudieron a festejar el hecho histórico en la Iglesia Católica.
“Nos gustaría que México trabajará a favor de la paz; pero no la paz de los cementerios, (sino) la paz activa, la paz consultiva, una paz que logré el desarrollo social, de la población, de la sociedad civil”, compartió el Nuncio Apostólico en México, Monseñor Joseph Spiteri.
Esto ante la crisis en seguridad que enfrenta México y la ola migratoria tras la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, por lo que resaltó que la seguridad en las personas siempre ha sido una preocupación fundamental en la Iglesia Católica.
Aprovechando su visita a Tijuana, recorrió el muro de más de nueve metros de altura en Playas de Tijuana, en donde realizó una oración por todos aquellos que cruzan la frontera en busca de un mejor futuro. Mientras que el sábado 30 acudió al Desayunador Salesiano “Padre Chava”, para sensibilizar sobre las necesidades del recinto, el cual ha atendido por años a migrantes y personas en situación de calle.
