Eddy Carrillo está feliz de poder despedir a su hijo, de lograr organizarle el funeral a su hijo Erick Carrillo tras cinco años y medio de búsqueda, tras ser desaparecido a mediados de 2019 en la ciudad de Tijuana. La funeraria estaba llena de su familia, tanto la consanguínea y los activistas que se han convertido en una familia que las une la esperanza de encontrar a sus desaparecidos en México.
Eddy le cumplió a la virgen de Guadalupe, caminó desde la nueva catedral de la iglesia católica de Tijuana hasta la funeraria Gayoso en donde despidieron a los restos de su hijo. Gritaban el nombre de Erick Carrillo, exclamaban “sí se pudo”, como una catarsis de alivio de poder tener un lugar para recordar a Erick, llorarle y atravesar el duelo.
Eddy estaba feliz, estaba agradecido, tenía la energía para gritar, brincar y brindar; repartió abrazos y no se cansó de dar gracias a la vida, a las amistades, a la familia, a las autoridades y la Virgen de Guadalupe.
“Ellos me enseñaron a caminar, para esto se necesitan huevos para salir a buscar, huevos se necesitan. No somos valientes, es que amamos a nuestros hijos, amamos a nuestros desaparecidos”, exclamó Eddy a un costado del féretro de su hijo Erick.
“Yo pienso que esta esperanza que me está dando Eddy al estar encontrando a su hijo, pienso que también pronto voy a encontrar a los míos porque no me voy a rendir, no me voy a cansar como decimos siempre: sin rendirnos, ni cansarnos hasta encontrarlos”, comentó Ceci Flores Armenta, fundadora de Madres Buscadoras de Sonora.
“Yo soy el hombre más millonario del mundo en este momento, porque soy el hombre más feliz y se los digo de todo corazón y con todos mis respetos. Le doy gracias a la Virgen de Guadalupe, que ella fue la que me puso en el momento adecuado”, exclamó Eddy.
Al pagar su manda, Eddy dice que intentará dormir lo más que pueda, que apenas empezó a descansar cuando tuvo la sospecha fundada de haber encontrado a su hijo. Ha ganado peso, ha perdido músculo, es extraño celebrar, pero por fin puede tener la certeza de tener a su hijo reunido con la familia en época de fiestas decembrinas.
“Nunca soñé con mi hijo, más que el día que supe que lo habíamos encontrado. Ese día me visitó. Pasa la silueta a las 11:24 de la noche, y le dije “pásale cabrón, bienvenido a tú casa” y así terminó ese proceso, y aquí está Erick, con nosotros”, compartió Carrillo.
Durante los cinco años de activismo, Carrillo destacó a los desaparecidos localizados, con o sin vida. “Mil 659 el sábado encontramos a tres más y seguimos trabajando y al saber que encontraron, voy a estar llorando mi casa, dejen vivir mi duelo. Yo tengo tatuado la labor esta de desaparecidos y nunca voy a abandonar a una familia, soy una persona agradecida. Luchen por la gente que falta, no sean hijos de la chingada porque a mi sí me duele. Yo ya lo encontré y ahora voy a ayudar a ellos a que encuentren a sus familiares, eso hay que salir a buscar. Me comprometí a buscar, voy a ir a Sonora, vamos a ir con Miguel Ángel Trujillo y estoy muy agradecido de haberme enseñado a caminar. Voy a Ciudad Juárez, es una promesa; voy a Jalisco, voy a Michoacán y voy a Tijuana, aquí”, comentó Carrillo al comprometerse a recorrer diferentes estados para emprender operativos de búsqueda.