Nicholas Hoult ha crecido frente al público, desde su debut en un largometraje en “About a Boy”, con Hugh Grant y Toni Colette, hasta numerosos papeles en cine y en televisión que lo han acercado a premiaciones y al reconocimiento de la crítica.
Pero nada comparado a lo que ha logrado en 2024 con dos filmes: “Nosferatu” y en esta nueva obra maestra del señor Clint Eastwood, en la que interpreta a Justin, un alcohólico en recuperación a punto de ser padre por primera vez. Su vida, al fin, va por el buen camino.
En una noche lluviosa, el protagonista cree haber golpeado algo con su auto. No lo ve porque se distrae un segundo. Se baja a revisar y no encuentra nada. Retoma su ruta sin pensar más en esto.
Sin embargo , el destino lo alcanza cuando le toca ser Jurado en el caso de un hombre acusado de matar a su pareja luego de un pleitazo en un bar. El brutal fallecimiento de la mujer coincide con el día, la hora y el lugar preciso por el que Justin iba conduciendo.
Más que tener la certeza de quién es culpable o inocente, el dilema trasciende lo inmediato y se convierte en un problema moral de esos que ya no nos planteamos tan a menudo en estos tiempos con una sociedad éticamente en declive.
Sidney Lumet, conocido por su magistral “12 hombres en pugna”, que data a 1957, hubiera estado de seguro maravillado con la agudeza de Eastwood y el buen ojo que tuvo para darle a Hoult el protagónico. Su actuación es tan comprometida que no puede evitarse la empatía con este personaje que lo deja a uno pensando una y otra vez en lo difícil que es hacer lo correcto cuando sólo vale la justicia del hombre aquí y ahora. ****
Punto final. – “Moana 2” no tiene el nivel de la primera entrega, sin embargo, a los niños Disney nunca los decepciona.