Guadalajara, Jalisco. El poeta bajacaliforniano Jorge Ortega se presentó en el Salón de la Poesía, el lunes 2 de diciembre, como parte de sus diversas actividades en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) que se celebra desde el 30 de noviembre hasta el 8 de diciembre en Expo Guadalajara.
Jorge Ortega fue presentado por la también poeta Carmen Villoro, quien comentó la obra del autor bajacaliforniano mientras éste iba leyendo algunos fragmentos de sus poemarios.
Ya ante un público atento en el Salón de la Poesía, Jorge Ortega (Mexicali, 1972) compartió un recorrido por su obra poética, leyendo algunos fragmentos de poemarios como “Estado del tiempo” (2005), “Devoción por la piedra” (2011), “Guía de forasteros” (2014), la antología bilingüe italiano-español “Luce sotto le pietre” (2020); para concluir leyendo algunos poemas de “Hotel del Universo” (2023) y poemas inéditos.
Durante su participación, la poeta Carmen Villoro se refirió al libro con el que Jorge Ortega obtuvo el Premio Nacional de Literatura “Gilberto Owen” 2022 en el género de Poesía, editado en 2023 por Mantis Editores, CETYS Universidad e Instituto Sinaloense de Cultura: “El libro ‘Hotel del Universo’ se puede leer como una epopeya existencial, como un viaje extraordinario”.
A continuación, ZETA comparte el texto íntegro que la poeta Carmen Villoro leyó durante la presentación de Jorge Ortega en el Salón de la Poesía, con la autorización de la autora.
HOTEL DEL UNIVERSO, JORGE ORTEGA, MANTIS EDITORES, 2023
Por Carmen Villoro
“También se puede viajar en el lenguaje. Dejarse llevar, por ejemplo, por el río caudaloso de las metonimias que se desbordan en la orilla de las asociaciones o asistir al desértico llamado del silencio y resistir el embate de un viento verbal que no perdona fragilidades ni derrotas. Adjetivar es una audacia al filo del barranco y la imaginación abre caminos insondables prosa adentro, ahí donde habitan las representaciones del inconsciente.
“Como hicieron Humboldt y Darwin, en su libro Hotel del Universo, el poeta Jorge Ortega se interna en parajes diversos, desconocidos, exuberantes algunos, otros desolados y peligrosos, todos ellos reveladores de una belleza cautivadora y dolorosa. Lo dice el título: el universo es un hotel que nos acoge, hospitalario a ratos, hostil e incómodo en muchas ocasiones, en el que estamos siempre de paso con el equipaje de los sentidos a cuestas. A diferencia de aquellos exploradores que utilizaron barcos y ferrocarriles para llegar a sus inciertos destinos, el poeta realiza su expedición a través de las palabras. Como aquellos, su vocación es científica y obsesiva: con la curiosidad de un entomólogo, va eligiendo las frases y los vocablos sorprendentes, al mismo tiempo justos y ambiguos para reportar la experiencia de estar vivo en el mundo, y, también al estilo de los auténticos aventureros, va llenando una bitácora de esencias y categorías, y dibuja con sílabas el perfil de sus descubrimientos.
“La voz poética de Hotel del Universo acompaña el movimiento de la vida del poeta Arthur Rimbaud, célebre por su poesía transgresiva, quien abandonó su hogar para ir a París en medio de la Guerra franco-prusiana, después viajó a Inglaterra, donde vivió pobremente; en el verano de 1876, se enroló como soldado en el ejército colonial neerlandés para poder viajar a la isla de Java, y después desertar inmediatamente; volvió a Francia en barco; luego viajó a Chipre, y en 1880 se instaló en Adén, Yemen, como empleado de oficina, pero en 1884 abandonó su trabajo y se transformó en comerciante por cuenta propia en Harrar, Etiopía, donde hizo una pequeña fortuna como traficante de armas. Su travesía terminó en un hospital de Marsella donde falleció a los 37 años a causa de un carcinoma en la rodilla derecha. Nunca nombrado en el libro de Jorge Ortega, solo adivinado por algunos elementos orientadores, el espíritu del siempre joven Rimbaud que abandonó las letras para escribir con su cuerpo una intensidad pasional, permea los poemas en prosa de Ortega dotándolos de una riqueza sólo comparable a aquella que refiere a los productos exóticos y novedosos de las naves mercantes. Si el poeta maldito le dio una vuelta al lenguaje poético con sus libros Una temporada en el infierno e Iluminaciones, su adolescencia indómita rompió límites geográficos, políticos y religiosos y convirtió su estancia en este hotel abierto en un paradigma del sufrimiento y el deseo.
“El libro Hotel del Universo se puede leer como una epopeya existencial, como un viaje extraordinario. Dividido en actos por el autor, se puede asistir a él como a una representación teatral del drama humano en el que todos estamos incluidos. A diferencia de otros libros de Jorge Ortega en donde se apuesta por la condensación y la decantación primorosa de los versos, en este libro abre las compuertas a la profusión de imágenes y a la elocuencia de un discurso hilvanado con holgura, lo que demuestra, una vez más, la solvencia técnica de su escritura.
“Apartemos, pues, en este hotel, una habitación desde cuya ventana miremos titilar la estrella de aquel iluminado adolescente que sembró las incertidumbres necesarias para que hoy exista una poesía como la de Jorge Ortega”.