Rubén Rojo Aura nació en medio del cine. Hijo de los actores Rubén Rojo Pinto y Marta Aura, desde muy joven fue asimilando las bondades y retos de la industria cinematográfica; y 15 años después de su debut en el cine, estrenó “Coraje”, su opera prima, en lo que ha sido su proyecto más personal y “de catarsis familiar”:
“La película es una ficción, pero tiene esta particularidad, que los protagonistas están basados en historias de mi mamá y mi hermano, y ellos se interpretan a sí mismos… Estaba esta ficción y originalmente siempre estuvo pensado como una ficción, pero había esta cuestión de estos actores que están interpretando a estos personajes que se parecen mucho a sí mismos”, explicó sobre una historia en que la primera actriz se involucró mucho. “Mi intención siempre era que el espectador dudara de qué tanto de lo que estaba viendo era verdad o no. Ahí es donde queríamos que el público también pudiera ver esto, pudiera tener este extra de profundidad, de parte emocional. Hubo elementos durante el rodaje donde nos interesaba eso, romper como la cuarta pared o hacerle este guiño al espectador. No buscar certezas, sino simplemente esta duda”.
“Coraje” aborda la historia de Alma (Marta Aura), una actriz de 76 años que se enfrenta a la posibilidad de quedar ciega y perder su trabajo en el teatro, situación que coincide con la llegada de su hijo Alejandro (Simón Guevara), quien regresa con ella en un intento de recuperarse del alcoholismo; un drama familiar donde “para nosotros era hablar de la forma más honesta posible, de nosotros mismos, de desnudarnos un poquito emocionalmente hablando, y creo que ahí es donde radica también esa sencillez, porque siento que al final de cuentas estamos hablando un poco de la vida misma, de las relaciones humanas, en este caso de una madre y un hijo, y de las también preocupaciones laborales, o sea, preocupaciones que en realidad tenemos todas las personas, no importa el género, o la edad, o la región, o el lugar del mundo donde vive”.
Bajo esta premisa, Rojo Aura mostró tres realidades: la ficción, la historia dentro del teatro y una historia documental, un proceso muy emotivo de “aprendizaje como cineasta, de mí mismo, del tipo de cine que quiero contar, del cine que soy capaz de hacer, de también cuáles son mis limitantes… tal cual como una súper masterclass espectacular. Además la parte personal, que fue absolutamente terapéutico y catártico, y el poder acercarme más a mi hermano, y mi madre no solamente como un personaje, sino como un ser humano, con sus conflictos, con sus dudas, con todo lo que viene cargando de toda la vida”, donde la primera actriz estuvo muy involucrada y emocionada.
“Era algo que ella planteaba todo el tiempo. De esta preocupación de que no hubiera personajes en las pantallas de los cines en general, pero particularmente en México, en la tercera edad”, recordó sobre su mamá, quien falleció en 2022, unos meses después del festival, por lo que consideró vital abordar el tema de la vejez, en contra de los clichés. Nosotros estamos en contra de este cliché o esta forma de pensar, y algo muy bonito de las reacciones que hemos tenido en festivales, tanto aquí como en otros países, es que pasa lo contrario, que mucha gente joven se emociona, conecta con el personaje, empatiza… Eso nos habla que en realidad las emociones son universales, y que un personaje de casi 80 años puede llevar perfectamente una película, y no solamente eso, sino que nos puede hacer reflexionar, incluso tal vez más que un personaje joven”, recalcó.
“Esta película es para mí la vida, mi vida misma”, un largometraje de 90 minutos cuya primera proyección se realizó en el 37° Festival Internacional de Cine en Guadalajara, recibiendo el Premio FIPRESCI y el Premio Mezcal a Mejor Actriz en un Largometraje Mexicano para Marta Aura, así como un lugar especial en el Ciclo Talento Emergente de la Cineteca Nacional, y que dos años después tuvo su gran estreno en cines nacionales el pasado 28 de noviembre.
“Al final las películas que me interesan son las que puedo contar un poco de mí o resolver cosas de mí, y que te digo que yo también cada vez creo más en el cine que como terapia, entonces ahí obviamente son las reflexiones que tengo ahora en esta etapa de mi vida”, confesó el también escritor y productor. “Al final, un poco todos tenemos seres, todos tenemos madres, todos tenemos una relación con ella, o muchas tienen hijas o hijos, etcétera. Entonces creo que hay, o muchos comparten también esta pasión por su trabajo, que a lo mejor no es tan universal, pero sí hay, sobre todo relacionado con la parte del arte, que es esto, entender esta pasión que existe también de su lado, y las prioridades que hay en la vida”.