Guadalajara, Jalisco. Con imágenes espectaculares en Expo Guadalajara de la serie de Netflix “Cien años de soledad” -basada en la célebre novela de Gabriel García Márquez-, un área específica que recrea los sets de filmación de la cinta con imágenes de detrás de cámaras de las grabaciones, con una mesa de diálogo con los guionistas y ejemplares obsequiándose a aquellos lectores que contesten correctamente cuatro preguntas sobre la obra maestra del narrador de Aracataca, se desarrolla la XXXVIII Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), desde el sábado 30 de noviembre hasta el domingo 8 de diciembre de 2024 en Expo Guadalajara.
Fue el 6 de marzo de 2019, justo en el natalicio 92 de Gabriel García Márquez (Aracataca, 6 de marzo de 1927-Ciudad de México, 17 de abril de 2014), cuando Netflix informó que filmaría una serie basada en “Cien años de soledad”.
Y como no hay fecha que no se cumpla, finalmente la plataforma de series difunde por estos días el inminente estreno de “Cien años de soledad”, pactado para lanzarse el 11 de diciembre de 2024 en una primera de dos partes.
– Por la abundancia de figuras retóricas propias de la literatura en “Cien años de soledad” o los tiempos míticos e históricos de la obra, entre otras características majestuosas, ¿cuál fue el principal desafío al llevar el lenguaje literario al cinematográfico?, preguntó ZETA a Natalia Santa, coguionista de la serie, mientras se desarrollaba FIL Guadalajara 2024.
“Es un proyecto complejo; es decir, todo es complicado, todo requiere de un proceso muy largo de discusión, de análisis, de interpretación y hay muchas cosas que simplemente no se pueden llevar a la pantalla. Existen en el lenguaje literario, existen en la obra y pertenecen al universo de la palabra escrita. Hay una parte que no podemos llevar a la pantalla, es difícil, pero luego, qué sí podemos llevar a la pantalla, qué imágenes, qué partes de la historia, qué elementos, qué temas podemos llevar, y en ese proceso es muy difícil tener que decir: ‘No nos cabe toda la historia, tenemos que escoger ciertos temas, ciertos personajes’. Entonces renunciamos a lo que sí es traducible, pero que igual no podemos abarcar estos 16 episodios, es difícil. Quisiéramos haber contado muchas más historias, pero teníamos que decidir por unos temas y por más personajes”.
Los lectores y espectadores de la serie “Cien años de soledad” deben tomar en cuenta que la literatura y la cinematografía son lenguajes diferentes, de ahí la imposibilidad de plantear cuál versión es “mejor”.
– En “Cien años de soledad” hay escenas o momentos coyunturales o emblemáticas propias de la fantasía, como la imagen de cuando Remedios la bella “asciende al cielo en cuerpo y alma”. ¿Cómo resolvieron este tipo de imágenes fantásticas propias del realismo mágico?, se le cuestionó a Camila Brugés, coguionista colombiana de la serie.
“Es lindo, porque se hizo un estudio sobre cuáles eran esos momentos emblemáticos, mágicos, como el que mencionas, para un grupo de gente; entre esos momentos estaba el ascenso de Remedios a los cielos y muchos otros, las mariposas amarillas… Los momentos evidentes y otros que son más chiquitos, pero que de repente marcaron a mucha gente. Dentro de esta metodología de ver qué sale, qué entra, definimos cuáles de esos momentos sí iban. Entonces, por supuesto que hay muchos de esos momentos, no están todos los momentos, y los que están, están en función de si hacen parte de esa historia que nosotros queremos contar, si hacen parte del arco de los personajes y lo que estamos contando de esos personajes, desde nuestro punto de vista.
“Era importante para nosotros que en cada episodio hubiera elementos de realismo mágico, porque sabemos que los espectadores lo están esperando y nosotros también queríamos incluirlos, pero sí tuvimos que escoger y dejar unos por fuera y poner unos por dentro; por ejemplo, ese que mencionas de Remedios la bella nos dio mucho trabajo porque Remedios no es un personaje que tenga un arco muy grande, a diferencia de otros personajes que son más transversales, que abarcan muchas más cosas, y de repente Gabo, que Daniel me estaba contando, no sabía cómo sacar a Remedios; Remedios se había tomado demasiado tiempo y un día se le ocurre, porque ve las sábanas por la ventana y dice: ‘Pues se va a volar’, no le da mucha construcción. Cuando tú analizas la novela y dices: ‘¿De dónde se sacó esto?’”.
Sobre su papel como guionista, Brugés concluyó: “Tuvimos que hacer el trabajo de tratar de llegar más orgánicamente, dramatúrgicamente y poner las piedritas para que llegues ahí y cobre la potencia para cuando se lea, ése es el trabajo que hacemos los guionistas”.