En su debut como directora, Anna Kendrick ha dejado en claro que es mucho más que una actriz popular al llevar a buen puerto la increíble historia de Sheryl Bradshaw, una joven que busca abrirse camino en Hollywood sin mucha suerte.
Su única oportunidad parece ser como concursante en “The Dating Game”, programa televisivo setentero que tuvo mucho éxito. El chiste era escuchar con mucha atención las respuestas de solteros a preguntas de una chica que, con base a este diálogo, escogería salir con uno de ellos.
En este caso, el mejor postor fue el participante número tres: Rodney Alcala (Daniel Zovatto). El detalle es que Alcala fue arrestado ese año por seis feminicidios; en realidad este asesino serial pudo haber cobrado la vida de 130 víctimas.
Así que el largometraje, muy bien escrito por Ian McDonald, se convierte de pronto en una apuesta policíaca más cercana al terror, en la medida que se conocen los dos personajes y las escenas de un pasado muy macabro.
En el trasfondo está una sociedad donde la violencia contra la mujer en todas sus expresiones es aceptada. Kendrick procuró que este mensaje quedara claro y lo logró sobre todo con Zovatto a bordo, histrión al que no hay que perderle la pista. ****
Punto final.- Aunque las secuelas de “Smile” y “Terrifier” son perfectas para este fin de semana, nunca falla la gran calabaza de Charlie Brown.